lunes, enero 13, 2025

De Trump a Maduro ¿ El mundo en poder de gánsteres estatales?

 

De Trump a Maduro: ¿el mundo en poder de gángsteres estatales?

Putin, Netanyahu, Daniel Ortega, y el próximo presidente de Estados Unidos son otros líderes más que fusionaron la política con el crimen, respaldados por millones de sus seguidores

https://elpais.com/america-colombia/2025-01-12/de-trump-a-maduro-el-mundo-en-poder-de-gangsteres-estatales.html

 

Hernando Llano Ángel

11 ENE 2025 - 23:00 COT EL PAÍS-AMÉRICA

La respuesta, desde luego, es afirmativa. El gansterismo es el rasgo común que comparten Trump, Putin, Netanyahu y Maduro, pues al asegurarse la jefatura de sus respectivos Estados adquieren inmunidad e impunidad personal por sus crímenes y delitos pasados, presentes y futuros. Sin duda, los tres primeros representan una temible banda con armas de destrucción masiva, que blandirán sin escrúpulo contra quien ose cuestionar sus decisiones y fechorías, las cuales hoy presumen victoriosamente. Son, pues, gánsteres estatales que tienen el mundo en sus manos.

Gánsteres estatales

Así aconteció con Hitler y Mussolini a mediados de los años veinte del siglo pasado. Eufóricos celebraron su ascenso en Alemania e Italia, fusionando la política con el crimen, respaldados por millones de sus seguidores. Es una lección que parece haber aprendido muy bien el actual cuarteto de gánsteres, pues les asiste la certeza de que mientras estén en la cumbre del Estado adquieren una triple vacuna que les garantiza: Inmunidad legal, Impunidad penal e Intangibilidad política. Por eso harán lo que estimen necesario para permanecer al mando de sus respectivos Estados y prolongar sus delirios gubernamentales y designios criminales. Delirios y designios encubiertos políticamente por Trump con sus exitosas consignas y coartadas, exaltadas en las almas deprimidas y proyectadas en las mentes pueriles de sus seguidores: America First y Make America Great Again. Pero también Putin, reviviendo nostalgias imperiales y ocupando Ucrania en respuesta al asedio de la OTAN desde la implosión de la URSS en la década del 90, para así reafirmar a Europa y occidente su condición de potencia no despreciable en el nuevo orden mundial. Hasta llegar al extremo criminal de Netanyahu, quien exacerba el odio y el miedo ancestral de sus compatriotas, después del despiadado y brutal ataque de Hamás contra civiles inermes el 7 de octubre del 2023, que dejó cerca de mil doscientos víctimas mortales y un centenar de secuestrados. Víctimas que ha cobrado el gánster de Netanyahu a la población civil palestina con más de cuarenta y cinco mil muertos y 108.000 heridos, según un reciente reporte de France 24, dejando arrasada y ensangrentada a Palestina la otrora tierra santa. Y, ahora, Nicolás Maduro, invocando en Venezuela un supuesto triunfo electoral, que no es otra cosa que una cleptocracia electoral autoritaria incapaz de reconocer el triunfo legítimo de Edmundo González y el principio fundacional de la democracia, la soberanía popular.

Coartadas históricas

Todas las anteriores son coartadas históricas, arraigadas en la existencia e identidades de los respectivos pueblos, hoy hábilmente reeditadas por sus líderes mediante la inescrutable penetración de algoritmos en las mentes de sus seguidores, las redes sociales y la inteligencia artificial, que les impide a millones de ellos discernir entre la realidad y el delirio de grandeza que proyectan sus idolatrados líderes. Ellos tienen la absoluta certeza de que mientras más mientan para conservar y potenciar sus imágenes de ídolos imprescindibles e imbatibles, sus vidas, libertades y glorias como jefes de Estado serán incuestionadas y hasta celebradas. Por eso su nacionalismo y patriotismo no tiene límites y Trump hace del Estado su empresa más exitosa, manipulando aranceles y convirtiendo al mercado en su campo de guerra predilecto. Su Estado no reconoce otra soberanía que la de la ganancia de sus empresas y mercados, America First, y la impunidad de sus actuaciones. Así como para Putin y Netanyahu solo importa la seguridad y vida de sus compatriotas y burlan impunemente las decisiones de la Corte Penal Internacional, cuyos Estados desconocen, y de la misma Corte Internacional de Justicia de las Naciones Unidas, que carecen de poder vinculante.

La Plutocracia Gansteril

Para estos gánsteres el Estado es un trofeo a repartir entre sus incondicionales socios, financiadores y cómplices. Así el Estado de derecho es degradado en Norteamérica a un Estado plutocrático gansteril para combatir sin reservas éticas a las hordas de inmigrantes pobres e indeseables, subir aranceles y desconocer las limitaciones para la protección ambiental. Por eso Trump anunció que sería dictador por un día para “cerrar la frontera y vamos a perforar, perforar y perforar. Después de eso, no soy un dictador”Todo parece indicar que ellos son la expresión exultante de una nueva y ascendente plutocracia tan criminal como codiciosa, cuyo máximo exponente es Elon Musk, lanzado a la conquista del espacio sideral pues el terrenal no le basta. Lo más grave es que semejantes gánsteres y empresarios estatales no solo son admirados por millones de consumidores de sus productos y sus delirios narcisistas, sino que tienen émulos en otras latitudes que han sido proclives a la generación de estos especímenes en la vida pública y al frente del Estado.

Gánsteres Tropicales

Así lo vemos con la esperpéntica pareja presidencial de Daniel y Rosario en Nicaragua, legítimos herederos de los Somoza en brutalidad y ambición. Con Maduro en Venezuela, émulo del dictador Juan Vicente Gómez y Milei en Argentina, anarco-liberal que diluye el Estado en el mercado y promueve la inanición de millones de argentinos para bajar la inflación. Quizá la única excepción a esta ola arrolladora de gánsteres estatales sea el proceso que en la actualidad se adelanta contra el destituido presidente de Corea del Sur, Yoon Suk-yeol, que se refugia en su mansión para escapar a la justicia. Es inimaginable que llegue a suceder algo semejante en el caso de la banda de los tres más poderosos gánsteres globales y menos en Nicaragua y Venezuela. De allí que tras el pulso por la presidencia de Venezuela entre Edmundo González y Nicolás Maduro, estén alineados esos poderosos gánsteres globales: Trump, Putin y Xi Jinping. Sin duda, el mundo está en sus manos. Así lo anuncia Trump con su delirante imperialismo militar tras Groenlandia, el canal de Panamá y el golfo de México en desarrollo de sus alucinantes consignas: America First y Make America Great Again. Pero su adversario, Xi Jinping, sabe bien que la diplomacia de la Ruta de la Seda, sus megainversiones en el Sur Global y los avances tecnológicos son más exitosos que la burda amenaza militar. Un nuevo sol nace en Oriente y otro se oculta en Occidente.

Hernando Llano Ángel es profesor de Ciencia Jurídica y Política de la Pontificia Universidad Javeriana de Cali

2025 ¿El mundo en mano de gánsteres estatales?

 

 

2025: ¿EL MUNDO EN MANO DE GÁNSTERES ESTATALES?

https://blogs.elespectador.com/actualidad/calicanto/2025-el-mundo-en-mano-de-gansteres-estatales/

“Entre las peculiaridades de nuestra época figura la irrupción masiva del crimen en los procesos políticos”. Hannah Arendt.

Hernando Llano Ángel.

La respuesta, desde luego, es afirmativa. El gansterismo es el rasgo común que comparten Trump, Putin y Netanyahu, pues al asegurarse la jefatura de sus respectivos Estados adquieren inmunidad e impunidad personal por sus crímenes y delitos pasados, presentes y futuros. Sin duda, los tres representan una temible banda con armas de destrucción masiva, que blandirán sin escrúpulo contra quien ose cuestionar sus decisiones y fechorías, las cuales hoy presumen victoriosamente. Son, pues, gánsteres estatales que tienen el mundo en sus manos.

Gánsteres estatales

Así aconteció con Hitler y Mussolini a mediados de los años veinte del siglo pasado. Eufóricos celebraron su ascenso en Alemania e Italia, fusionando la política con el crimen, respaldados por millones de sus seguidores. Es una lección que parece haber aprendido muy bien la actual banda de los tres, pues les asiste la certeza de que mientras estén en la cumbre del Estado adquieren una triple vacuna que les garantiza: Inmunidad legal, Impunidad penal e Intangibilidad política. Por eso harán lo que estimen necesario para permanecer al mando de sus respectivos Estados y prolongar sus delirios gubernamentales y designios criminales. Delirios y designios encubiertos políticamente por Trump con sus exitosas consignas y coartadas, exaltadas en las almas deprimidas y proyectadas en las mentes pueriles de sus seguidores: America First y Make America Great Again. Pero también Putin, reviviendo nostalgias imperiales y ocupando Ucrania en respuesta al asedio de la OTAN desde la implosión de la URSS en la década del 90, para así reafirmar a Europa y occidente su condición de potencia no despreciable en el nuevo orden mundial. Hasta llegar al extremo criminal de Netanyahu, quien exacerba el odio y el miedo ancestral de sus compatriotas, después del despiadado y brutal ataque de Hamás contra civiles inermes el 7 de octubre del 2023, que dejó cerca de mil doscientos víctimas mortales y un centenar de secuestrados. Víctimas que ha cobrado el gánster de Netanyahu a la población civil palestina con más de cuarenta y cinco mil muertos y 108.000 heridos, según reciente reporte de France 24[i], dejando arrasada y ensangrentada a Palestina la otrora tierra santa.

Coartadas históricas

Todas las anteriores son coartadas históricas, arraigadas en la existencia e identidades de los respectivos pueblos, hoy hábilmente reeditadas por sus líderes mediante la inescrutable penetración de algoritmos en las mentes de sus seguidores, las redes sociales y la inteligencia artificial, que les impide a millones de ellos discernir entre la realidad y el delirio de grandeza que proyectan sus idolatrados líderes. Ellos tienen la absoluta certeza de que mientras más mientan para conservar y potenciar sus imágenes de ídolos imprescindibles e imbatibles, sus vidas, libertades y glorias como jefes de Estado serán incuestionadas y hasta celebradas. Por eso su nacionalismo y patriotismo no tiene límites y Trump hace del Estado su empresa más exitosa, manipulando aranceles y convirtiendo al mercado en su campo de guerra predilecto. Su Estado no reconoce otra soberanía que la de la ganancia de sus empresas y mercados, America First, y la impunidad de sus actuaciones. Así como para Putin y Netanyahu solo importa la seguridad y vida de sus compatriotas y burlan impunemente las decisiones de la Corte Penal Internacional, cuyos Estados desconocen, y de la misma Corte Internacional de Justicia de las Naciones Unidas, que carecen de poder vinculante.

La Plutocracia Gansteril

Para estos gánsteres el Estado es un trofeo a repartir entre sus incondicionales socios, financiadores y cómplices. Así el Estado de derecho es degradado a un Estado plutocrático gansteril, para combatir sin reservas éticas a las hordas de inmigrantes pobres e indeseables, subir aranceles y desconocer las limitaciones para la protección ambiental. Por eso Trump anunció que sería dictador por un día para “cerrar la frontera y vamos a perforar, perforar y perforar. Después de eso, no soy un dictador”[ii]. Todo parece indicar que ellos son la expresión exultante de una nueva y ascendente plutocracia tan criminal como codiciosa, cuyo máximo exponente es Elon Musk, lanzado a la conquista del espacio sideral pues el terrenal no le basta. Lo más grave es que semejantes gánsteres y empresarios estatales no solo son admirados por millones de consumidores de sus productos y sus delirios narcisistas, sino que tienen émulos en otras latitudes que han sido proclives a la generación de estos especímenes en la vida pública y al frente del Estado.

Gánsteres Tropicales

Así lo vemos con la esperpéntica pareja presidencial de Daniel Ortega y Rosario Murillo en Nicaragua, legítimos herederos de los Somoza en brutalidad y ambición. Maduro en Venezuela, imitador del dictador Juan Vicente Gómez y Milei en Argentina, anarco-liberal que diluye el Estado en el mercado y promueve la inanición de millones de argentinos para bajar la inflación. Quizá la única excepción a esta ola arrolladora de gánsteres estatales es el proceso que en la actualidad se adelanta contra el destituido presidente de Corea del Sur, Yoon Suk-yeol, que se resiste y refugia en su mansión para escapar a la justicia por abuso de poder al decretar la ley marcial en forma arbitraria y también por presuntos cargos de corrupción pública[iii]. Algo inimaginable que llegue a suceder en el caso de la banda de los tres más poderosos gánsteres globales y de sus émulos en Nicaragua y Venezuela. Sin dejar de mencionar procesos inconclusos en nuestra propia casa contra expresidentes como Belisario Betancur, Ernesto Samper y Álvaro Uribe Vélez, más los innumerables pendientes por la complicidad de conspicuos políticos con el narcotráfico, los paramilitares y la guerrilla, que nos faltan por conocer y encontrar en la Escombrera de la política nacional. Una Escombrera más extensa, profunda y putrefacta que la de la Comuna 13 y la celebrada Operación Orión[iv] en nombre de la “seguridad democrática”, el orden y el Estado de derecho, coartadas perfectas siempre invocadas para garantizar impunidad penal y política a nuestros más prestigiosos gánsteres estatales. Así lo hizo Belisario Betancur después de la hecatombe del Palacio de Justicia y hoy lo repite Uribe con la operación Orión.

domingo, diciembre 29, 2024

!NO SEAMOS "CÓMPLICES INOCENTES"!

 

 

¡NO SEAMOS “CÓMPLICES INOCENTES”!

https://blogs.elespectador.com/actualidad/calicanto/no-seamos-complices-inocentes/

“Una vez hecho, al mal ya no se le conoce, porque el mal rehúye la luz”, Simone Weil.

Hernando Llano Ángel

Ahora resulta que la “Operación Orión”, según el expresidente Uribe, fue todo un éxito de la “seguridad democrática” y restableció el orden y el Estado de derecho en la comuna 13 de Medellín, lo que sin duda constituye la inocentada más cínica y cruel que se le pueda contar a los familiares de las víctimas y a Colombia entera.

El terrorismo Estatal

Es inadmisible que ahora Uribe pretenda justificar y legitimar de esa manera lo que, sin duda, fue una operación típica de terrorismo estatal, según su propia definición en el punto 33 del “Manifiesto Democrático”[i], su programa de gobierno del 2002-2006: “A diferencia de mis años de estudiante, hoy violencia política y terrorismo son idénticos. Cualquier acto de violencia por razones políticas o ideológicas es terrorismo. También es terrorismo la defensa violenta del orden estatal”. Exactamente es lo que acaba de reconocer y corroborar en su comunicado, al defender el éxito de la criminal “Operación Orión”[ii]:El objetivo era retomar por completo el control de una zona de Medellín que se encontraba bajo el control de grupos ilegales. Las autoridades decomisaron armas, municiones, equipos de comunicación. Capturaron a 23 cabecillas y a 243 integrantes de las organizaciones criminales". Pero omite reconocer que dicha operación la realizó la Fuerza Pública de la mano con integrantes de los grupos paramilitares, según testimonio del propio “Don Berna”[iii] y que la Fuerza Pública disparó desde helicópteros contra la población civil, causando aproximadamente 17 bajas[iv] y un número aproximado de 92 desaparecidos, cuyo destino final parece haber sido la Escombrera.

“Orión” fue, pues, una operación propia de terrorismo estatal, que desconoció brutal y deliberadamente las normas del Derecho Internacional Humanitario, empezando por el principio de distinción entre población civil y combatientes. Convirtió una comunidad popular de Medellín en un infernal Palacio de Justicia, supuestamente para retomar el “control total” por parte del Estado. Y ahora no solo se ufana de semejante “operación”, sino que pretende sepultarla en la escombrera de la politiquería de las campañas electorales en curso, afirmando que: “Nunca apoyamos la impunidad. Pero la JEP y el Gobierno Petro-Santista lo que hacen es política con las víctimas de la Escombrera".

La escombrera de la politiquería

Y, sin duda, como en el punto 33, el expresidente vuelve a acertar, pues en eso ha convertido la política: en una prodigiosa y espantosa tramoya para la producción de víctimas y de impunidad en aras de garantizar seguridad inversionista y derrotar el terrorismo. Por eso el expresidente Uribe ahora lanza pullas que son proyectiles reveladores de cómo, en aras de ganar su coalición las elecciones en 2026, garantizar su impunidad política y conservar esa aura espectral de “demócrata integral”, reduce todo a una campaña de desprestigio en su contra: "Hay relatos dramáticos sobre las acciones de los terroristas que torturaban, asesinaban y tiraban los cadáveres a la Escombrera. Como todo lo de los Gobiernos Petro-Santistas, en la JEP prima la indulgencia con los terroristas y el sesgo contra los militares y el Gobierno que presidí. En otras palabras, busca que tanta atrocidad quede sepultada en la Escombrera de la politiquería, pues según Uribe es imposible saber quiénes fueron los responsables de las víctimas arrojadas a la Escombrera.

La criminal politiquería maniqueísta

Vuelve así el expresidente Uribe a cabalgar sobre su jumento preferido, el maniqueísmo de la violencia buena y legítima, la oficial, contra la mala y la ilegítima, la terrorista, supuestamente protegida por la JEP en donde “prima la indulgencia con los terroristas”. Supuesta indulgencia que hoy los exintegrantes del entonces Secretariado de las Farc-Ep[v] también desconocen y critican porque consideran que la JEP está yendo demasiado lejos, viola el Acuerdo de Paz y pone en riesgos sus vidas. Así las cosas, desde la extrema derecha y la extrema izquierda, coinciden en defender y tratar de justificar la legitimidad de sus correspondientes violencias, que han convertido a Colombia en una Escombrera más atroz que la Franja de Gaza, pues tenemos un universo de personas dadas por desaparecidas de 124.734, según informa la Unidad de Búsqueda de Personas Dadas por Desaparecidas[vi]. Considerando semejante catástrofe humanitaria es inadmisible e indignante que millones de colombianos se presten a la manipulación emocional y en el 2026 vuelvan a las urnas a votar movidas por el odio, los prejuicios de clase y una supuesta superioridad moral y étnica, que ha convertido la política en un campo de batalla de “gente de bien” contra “terroristas” y “mamertos”, que deben ser vencidos o en su defecto aniquilados.

¡“Cómplices inocentes”!

Dejemos de ser inocentes y rechacemos, de una vez por todas, ser cómplices de esa fatal creencia según la cual existe una violencia buena y legítima, que justifica como necesarios e inevitables todos los crímenes en defensa de la seguridad personal y las “instituciones democráticas”. Esa violencia eleva a sus ordenadores o ejecutores al pedestal de héroes y salvadores de la Patria, con consignas triunfantes como la “seguridad democrática” y las de Trump: America First y MAGA (Make America Great Again), que pueden llevarnos en el 2025 a una hecatombe mundial.  Esa violencia suele convertir a sus víctimas, más temprano que tarde, en implacables vengadores que apelan a su legítima defensa personal y hasta enarbolan las banderas de la rebelión y la justicia para desplegar una violencia tanto más indiscriminada y terrorífica cuanto menor es su poder político.

Tal ha sido la dinámica de nuestro degradado conflicto armado interno. Entonces acontece lo que Simone Weil en sus reflexiones sobre “La gravedad y la Gracia”, advirtió: “La ilusión constante de la revolución consiste en creer que las víctimas de la fuerza, por ser inocentes de las violencias que se producen, si se pone en sus manos la fuerza la manejarán con justicia…Pero el mal que está en la empuñadora de la espada se transmite por la punta. Y las víctimas, así colocadas en la cumbre y embriagadas por el cambio, hacen tanto mal o aún más y luego vuelven a caer rápidamente".

 

 

 

 

 

 

 


viernes, diciembre 27, 2024

!FELIZ CUMPLEAÑOS, "NANOGENARIO" VITAL!


 

¡FELIZ CUMPLEAÑOS, “NANOGENARIO” VITAL!

https://elpais.com/america-colombia/2024-12-27/feliz-cumpleanos-nanogenario-vital.html

https://blogs.elespectador.com/actualidad/calicanto/feliz-cumpleanos-nanogenario-vital/

“De vez en cuando la vida afina con el pincel: se nos eriza la piel y faltan palabras para nombrar lo que ofrece a los que saben usarla”. Joan Manuel Serrat

Hernando Llano Ángel.

Este 27 de diciembre del 2024, Joan Manuel Serrat Teresa, celebra 81 años de haber entonado en su amada Barcelona su primer “llanto vital”. Su madre, Ángeles Teresa, pronto lo llamaría “Nano”, marcándolo así con una aureola de cariño y bonhomía que aún conserva intacta. Aureola que ha prodigado generosamente en sus canciones y escenarios por todo el mundo. Al recibir el premio Princesa de Asturias de las Artes, Serrat se definió como un señor mayor tirando a viejo”.

Un Nanogenario Vital

Con mayor razón ahora, pues a sus 81 años ha emprendido la senda de la década que lo llevará a ser el “Nanogenario” más vital, lúcido y querido que hayamos conocido. No se convertirá en un nonagenario, según la exacta acepción de la RAE, sino en unNanogenario, pues es un caso excepcional de longevidad vital y musical. Se trata de un “nanogenario” que nos encanta y va más allá de las generaciones con su lirica voz, llena de poesía, sentimientos y sabiduría. Desde 1992, con los acordes sublimes de Paco de Lucía a la guitarra, nos canta que “sin Utopía la vida sería un ensayo para la muerte”[i]. Allí fustiga a los “lebreles que se criaron en sus rodillas y que, al no poder seguir su paso, la traicionaron; y hoy, funcionarios del negociado de sueños dentro de un orden son partidarios de capar al cochino para que engorde”.

Nanogenario Visionario

En Utopía vaticina la crisis profunda de los partidos y proyectos progresistas que hoy naufragan en todas partes en el piélago nauseabundo de la corrupción, el amiguismo, el nepotismo y la ambición, convertidos en una pandilla de “funcionarios del negociado de sueños dentro de un orden”, como lo hicieron en la UNGRD[ii]: Unidad Nacional para la Generación de Riesgos y Desastres en Colombia.

En ese breve discurso[iii], de apenas 6 minutos, el Nano se definió de cuerpo entero, parafraseando letras de algunas de sus canciones: “Soy un hombre partidario de la vida. Prefiero los caminos a las fronteras, la razón a la fuerza y el instinto a la urbanidad” de Cada loco con su tema[iv], grabada en 1983. Igual, nos recordó ser un demócrata integral: “Creo en la tolerancia. Creo en el respeto al derecho ajeno y el diálogo como la única manera de resolver los asuntos justamente. Creo en la libertad, la justicia y la democracia. Valores que van de la mano o no lo son”.

Y así lo ha demostrado coherentemente durante toda su vida, por eso es tan incómodo para todos los autócratas, que cínicamente sacrifican la democracia al separar y enfrentar mortalmente la libertad contra la justicia o viceversa. La primera, es la fórmula por excelencia de la derecha y “anarco-libertarios” como Milei, que desprecia el Estado y las leyes, salvo la avariciosa de la ganancia de los mercaderes, en cuyo nombre sacrifica la justicia y la misma libertad de las mayorías. Y la segunda, es la fórmula de quienes supuestamente desde la izquierda la emprenden contra las libertades fundamentales en nombre de una demagógica justicia social y un fantasmal pueblo, como sucede en tantos lares.

Por todo lo anterior, el “nanogenario” reivindica con Pepe Mujica la utopía por ser “subversiva, de lo que está mandado, mande quien mande”, siguiendo el legado de su padre, Josep Serrat, quien fuera un obrero anarquista catalán, afiliado a la CNT, Confederación Nacional del Trabajo.

En su sensatez, el Nano, no deja de advertirnos que la Utopía encierra un peligroso espejismo, pues es una “embaucadora que encandila a los ilusos y a los benditos” y una “hechicera que hace que el ciego vea y el mudo hable”. Sin dejar por ello de cantarle a sus virtudes: “¡Utopía, dulce como el pan nuestro de cada día! “¡Ay! Utopía, incorregible que no tiene bastante con lo posible. ¡Ay! ¡Ay, Utopía que levanta huracanes de rebeldía!”. Hasta concluir con su inconfundible voz, firme y conmovedora: Sin utopía la vida sería un ensayo para la muerte. ¡Ay! Utopía, cómo te quiero porque les alborotas el gallinero. ¡Ay! ¡Ay, Utopía, que alumbras los candiles del nuevo día!”. Pero no le basta con el poder de la esperanza de la Utopía. Su poesía también está cargada de un pasado que nos evoca la nostálgica felicidad de “Aquellas pequeñas cosas”[v], con la que cerró su intervención al recibir el premio Princesa de Asturias de las Artes.

Los Recuerdos

Pero es en otra canción, casi desconocida, Los Recuerdos[vi], donde encontramos una auténtica y profunda fenomenología sobre el sentido y alcance del pasado. De entrada, nos dice: “Los recuerdos suelen contarte mentiras. Se amoldan al viento, amañan la historia; por aquí se encogen, por allá se estiran, se tiñen de gloria, se bañan en lodo, se endulzan, se amargan a nuestro acomodo, según nos convenga; porque antes que nada y a pesar de todo hay que sobrevivir”…suelen ser tristes hijos, como son, del pasado, de aquello que fue y ya no existe”, “son el esqueleto sobre el que construimos todo lo que somos, aquello que fuimos y lo que quisimos y no pudo ser inflexible, el olvido irá carcomiendo la historia; y aquellos que nos han querido restaurarán nuestra memoria a su gusto y a su medida con recuerdos de sus vidas”. Su voz supera el curso de las generaciones y de las naciones, arropa con ella una saga imprecisa de consanguinidades y amistades, desde amantes, esposas, esposos hasta las queridas infidelidades del pasado. Por eso, siempre estarás vivo, sonoro y vibrante en nuestras vidas, alegrías y desdichas. Gracias, Nano, por ser ese buen hombre que ha encontrado la Utopía y la has puesto a salvo de tanta felonía: ¡Feliz cumpleaños “Nanogenario” por tanto amor, rebeldía y vida compartida! ¡Pronto celebraremos tu nonagenario!

sábado, diciembre 21, 2024

Érase una vez Navidad.

 

 

ÉRASE UNA VEZ NAVIDAD

https://blogs.elespectador.com/actualidad/calicanto/erase-una-vez-navidad/

https://elpais.com/america-colombia/2024-12-21/erase-una-vez-natividad.html

 “Los tiempos en que aún nuestros sentidos ardían luminosos como llamas, los tiempos en que el hombre conocía el rostro y la mano de su padre; en que algunos sencillos y profundos conservaban la impronta de la Imagen.  Novalis

Hernando Llano Ángel.

Entonces éramos felices, conversábamos mirándonos a los ojos, sin extraviarnos en la pantalla del smartphone. Hablábamos y nos escuchábamos sin mensajes de texto y emoticones. Nos reconocíamos y comprendíamos sin recurrir a ningún artefacto. Bastaba mirarnos a la cara. No borrábamos y mucho menos eliminábamos lo que pensábamos. Tampoco reaccionábamos o insultábamos con la velocidad de un clic. Mucho menos teníamos al alcance de la mano ChapGpt[i] para expresarnos mejor y parecer más inteligentes. Todavía éramos naturalmente inteligentes.

Sentíamos y pensábamos antes de hablar y escribir. Teníamos algo personal, íntimo e intransferible para decirnos. Aún éramos humanos, no adminículos de la tecnología, al vaivén de los algoritmos. No vivíamos atrapados en redes sociales desfogando prejuicios, propalando mentiras y odios, creyéndonos mejores y superiores a todos los demás. No existían esas redes, cloacas del rumor, la vulgaridad y la vanidad, donde se renuncia y pierde todo vestigio de dignidad y decencia personal. Redes que forman miles de tribus con mensajes hostiles donde todos sienten, piensan y son iguales a los algoritmos que alimentan sus identidades narcisistas y pueriles, encalladas en la evocación de un pasado lleno de picardías sexistas, machistas, conquistas imaginarias, complicidades académicas, borracheras inolvidables y fraudes exitosos.

Extraviados de felicidad

En esas navidades de infancia gozábamos inocentemente la libertad de ser y no de tener. Deambulábamos extraviados por calles y ciudades buscando direcciones, sin contar con la guía de Waze. Así nos topábamos de vez en cuando con la felicidad. Éramos irremediablemente ingenuos, escribíamos cartas al Niño Dios, hoy suplantado por un pederasta de la inocencia llamado Papá Noel. Y, lo más inverosímil, el Niño Dios nos respondía con generosidad, porque sabía lo que queríamos. Entonces nuestros deseos tenían límites, eran familiares. Ahora nuestros deseos están proyectados y exacerbados sin límites en la vastedad sideral del comercio electrónico y la publicidad, esa Celestina que nos seduce con una felicidad ilusoria y nos ata de por vida a las redes del crédito y el consumo.

Por eso vivimos pagando cuotas eternas e intereses agiotistas, que renovamos con cada promoción y espejismo publicitario.  Creemos que el éxito y la felicidad se obtienen con cada nueva compra. La felicidad es cada vez más eléctrica, veloz y fugaz: un nuevo carro hibrido con todos los dispositivos imaginables nos guía con precisión hasta nuestro destino final, la muerte. Celulares cada vez más inteligentes, nos predicen lo que va a suceder, nos suplantan, comunican y hablan en nuestro nombre. Confieren honor y hasta distinción social. Electrodomésticos autónomos nos liberan del tedioso y odioso trabajo manual. En fin, cosas y casas inteligentes nos ofrecen todo al alcance de la mano y basta con mover un dedo para que luzcan impecables, inodoras y hermosas, vacías de sentido y llenas de bisuterías. En ellas, sus privilegiados propietarios todo lo tienen resuelto, hasta el sentido de sus vidas, previstas y prefiguradas por algoritmos que manipulan sus deseos. Ya no piensan, para eso está ChatGpt, que resuelve en segundos con absoluta certeza todas sus preguntas y dudas.

Navidades con Globos de Felicidad

En las navidades de ayer todo era distinto. Hasta elevar un globo tenía sentido. Era una aventura en la que todos los miembros de la familia participaban. Recuerdo mis ojos de niño alucinado, fijos en el papelillo multicolor que se iba inflando. Su boca trabada con alambres rústicos y delicados dejaba escapar el humo, para luego tambalearse y empezar a subir despacio, como si llevara toda la alegría y la esperanza de la familia. Era un globo predestinado, porque de diez, si lográbamos elevar cinco era una proeza.

El fuego de las ilusiones

Era el preciso instante en que cualquier movimiento en falso quemaba ese mundo de ilusiones y se consumía la aventura en medio de nuestra algarabía de niños inconsolables y la frustración de los mayores. Pero con la alegría recalentada por el globo chamuscado, comenzábamos otra aventura hasta lograr que un nuevo mundo cálido, encerrado en papelillos de colores, dejara tras de sí una huella de humo negro y se perdiera en las entrañas de la noche, en los contornos de la luna.

Adviento ya no existe

Entonces éramos sencillos, torpes y felices. Conocíamos el sentido profundo de Adviento[ii] como símbolo de esperanza, amor y luz de quien nació en Nazaret, Galilea, huyendo de Herodes[iii], hace ya más de 20 siglos, según los evangelios de Juan y Marcos[iv], por lo que lo llamaban el nazareno. Hoy es tierra arrasada y seguro sería un refugiado más, sobreviviendo en un pesebre junto a millones de sus coterráneos, tildado de subversivo, traidor o hasta terrorista, por aquellos que todavía no logran comprender su mensaje de igualdad, dignidad, fraternidad y perdón. Un mensaje y una doctrina sin los cuales nunca será posible la reconciliación y la convivencia pacífica entre todos los pueblos y culturas. Especialmente, entre palestinos e israelíes. Reconciliación y convivencia hoy aniquiladas por quienes, con la soberbia de su codicia ilimitada (Musk), poder militar (Trump, Putin, Kim Jong-un, OTAN) y tecnologías informáticas (Zuckerberg y Bezos) dominan el mundo y configuran un “orden internacional” a la medida de sus delirios, ordenando crímenes de lesa humanidad con plena impunidad. Todo ello bajo la coartada de ser jefes de Estado. Por eso Jesús de Nazaret respondió a Pilato: “«Mi Reino no es de este mundo. Si mi Reino fuera de este mundo, mis seguidores habrían luchado para que no cayera en manos de los judíos. Pero no, mi Reino no es de aquí”[v] y fue crucificado. ¿Seremos capaces de resucitar su espíritu y reconocernos como iguales en dignidad y fraternidad, más allá de fanatismos políticos nacionalistas, tecnológicos, económicos, étnicos y religiosos? Es mi deseo. Entonces recobraríamos el sentido de la Natividad y volvería a nacer nuestra común humanidad.

lunes, diciembre 16, 2024

ENTRE VICTORIAS POLÍTICAS ELECTORALES Y FRACASOS GUBERNAMENTALES

 

 

ENTRE VICTORIAS POLÍTICAS ELECTORALES Y FRACASOS GUBERNAMENTALES

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Un fracaso nunca se improvisa, un fracaso se construye”. Joan Fuster.

Hernando Llano Ángel.

Tal parece ser la constante en la vida política nacional e internacional. A las victorias políticas alcanzadas en las urnas siguen los fracasos gubernamentales provocados. Cada vez es más insondable la distancia entre lo dicho por el candidato en campaña y lo hecho por el gobernante en ejercicio. Así las cosas, lo primero que pierde el ganador al empezar a gobernar desde los aposentos estatales –que están muy lejos de ser el “poder”— es la confianza ciudadana. Luego pierde la credibilidad y por último hasta el respeto. Dilapida en cuestión de días o meses su capital político electoral. De candidato victorioso pasa a ser un gobernante vituperado y repudiado.  En ese trance están Emmanuel Macron en Francia, Olaf Scholz en Alemania y Gustavo Petro en Colombia, obviamente con diferencias y matices sustanciales.

Entonces el gobernante de turno comprueba, con dramatismo, que su gobernabilidad es devorada por el agujero negro de la incompetencia y/o la corrupción, que combinadas succionan todo e incluso amenazan con devorarlo a él mismo. Es lo que acaba de suceder en Francia, con la renuncia del primer ministro Michel Barnier, destituido por la Asamblea Nacional con 331 votos a favor de la moción de censura. Es lo que le va a suceder al canciller de Alemania, Olaf Scholz, cuando pierda la moción de confianza que votará el Bundestag el próximo 16 de diciembre. Y es lo que le está sucediendo al presidente Petro y el Pacto Histórico.

¿De crisis de gobernabilidad a crisis de legitimidad?

Con la enorme y grave diferencia de encontrarse Petro al frente de un régimen presidencial, cuyo período constitucional termina el 7 de agosto de 2026, lo que amenaza con convertir la actual crisis de gobernabilidad en una incontenible de ingobernabilidad e ilegitimidad, dada la avalancha de corrupción en la UNGRD. Una avalancha que ya arrastró al saliente ministro de Hacienda y Crédito Público, Ricardo Bonilla, al torrente de los desempleados.

Avalancha que agudiza el mismo presidente Petro, al nombrar como su asesor en la Casa de Nariño al inefable Armando Benedetti. Una decisión oficialmente más turbia que el ingreso clandestino del indeseable “Job”[i], por los sótanos de la “Casa de Nari”, durante la presidencia de Álvaro Uribe Vélez. El ingreso de ambos personajes revela la descomposición cacocrática[ii] de sus respectivos gobiernos y las semejanzas entre los máximos líderes y antagonistas de la política colombiana, Uribe y Petro, al permitir la presencia en la Casa de Nariño de semejantes personajes. Armando Benedetti, moralmente decadente y Antonio López, alias Job[iii], un peligroso criminal, quien fuera asesor político de “don Berna” –Diego Fernando Murillo- cabeza de la oficina de sicarios de Envigado.

Es inadmisible que el “presidente del cambio” nombre como asesor a Benedetti con un salario de 21 millones de pesos mensuales, sin que conozcamos exactamente sus funciones, más allá de serle leal y pagarle sus servicios por los aportes en el caribe a su triunfante campaña presidencial.

¿Del “Golpe blando” al electoral del 2026?

Con semejante nombramiento, Petro configura el escenario del golpe electoral que se daría en las urnas en el 2026, donde probablemente gane una combinación mediática de la “belleza” con la “fuerza”. Tal parece ser la fórmula que círculos de la extrema derecha preparan con la figura de una supuesta “periodista, periodista”, para la presidencia, y el general (r) Zapateiro, vicepresidencia, con su grito de guerra victorioso: “Ajúa”[iv]. Entonces se cumpliría la sentencia del pensador pancatalán Joan Fuster[v]: “Un fracaso nunca se improvisa, un fracaso se construye, que debería tener presente el presidente Petro y el Pacto Histórico, dedicándose a recobrar la confianza y la credibilidad ciudadana en este escaso año y medio que les queda.

“Buenos Tiempos”

Si no lo hacen, entonces en el 2026 volverán a la Casa de Nariño y serán mayoría en el Congreso los mismos de siempre. Aquellos que, otro catalán, Joan Manuel Serrat, describió perfectamente en su canción “Buenos Tiempos[vi]: “Corren buenos tiempos, buenos tiempos para la bandada de los que se amoldan a todo con tal que no les falte de nada… Tiempos fabulosos para sacar tajada de desastres consentidos y catástrofes provocadas… Tiempos fabulosos para plañideras, charlatanes visionarios y vírgenes milagreras… Corren buenos tiempos, buenos tiempos, preferentemente para los de toda la vida, para los mismos de siempre. Para los mismos de siempre. Siempre. Siempre”.

Esa canción en su álbum “Sombras de la China” de 1998, resume el reciente triunfo presidencial de Trump con Elon Musk. También describe nuestra actual y prematura campaña electoral por la presidencia en el 2026, pues ya tenemos más de una “plañidera” y varios “charlatanes visionarios”. Es más, la letra nos habla del presente y avizora lo que nos puede pasar desde el 2026 hasta el 2030: “Tiempos fabulosos, fabulosos para sacar tajada de desastres consentidos y catástrofes provocadas”, como la corrupción de la (UNGRD), convertida en Unidad Nacional Generadora de Riesgos y Desastres. Por eso estos tiempos no son de cambio y nos dejan petrificados en el actual régimen electofáctico,[vii] cuya esencia es la fusión de la gobernabilidad con el clientelismo y la criminalidad, que bien describió así Álvaro Gómez Hurtado (Q.E.P.D) en entrevista televisada con Julio Nieto Bernal[viii]: "el gobierno hace parte del régimen, pero del gobierno hace parte el Congreso, naturalmente, hacen parte los periódicos, los grupos económicos, ellos tienen sus vinculaciones visibles e invisibles, de manera que no hay lo que uno busca en la política, uno tiene una oferta, una propuesta, y eso si la propuesta es buena debe tener solidaridades, en cambio lo que nosotros estamos viendo aquí es que no se buscan las solidaridades por convencimiento sino que por interés, se buscan complicidades. Es un sistema de complicidades generales por eso es muy difícil hacer política”. Lo expresó quien conoció las intimidades del régimen y probablemente por eso fue víctima del mismo.