EL PAÍS-
AMÉRICA-COLOMBIA
https://elpais.com/america-colombia/2025-02-10/un-liderazgo-petrificador-y-deslegitimador
Opinión
Un liderazgo
“petrificador” y deslegitimador
Más le convendría al presidente Petro abandonar tanta paranoia con los suyos y empezar por reconocer autocríticamente su nefasto e incompetente estilo de liderazgo
Hernando Llano Ángel
Gustavo
Petro Urrego, en un acto de impudicia presidencial e irresponsabilidad
gubernamental, exhibió públicamente en el Consejo de Ministros, televisado el pasado 4 de febrero, su mayor defecto y talón de Aquiles: su
liderazgo. Un liderazgo que no solo petrifica su gobernabilidad, sino que,
además, erosiona su respetabilidad personal y legitimidad presidencial. De
alguna manera, propició un “autogolpe” ante el gabinete ministerial y la
opinión nacional al descalificar la competencia de sus más leales e
incondicionales colaboradores: Augusto Rodríguez, Gustavo Bolívar, Susana Muhamad,
Alexander López y la vicepresidenta Francia Márquez.
Benedetti contra
Progresistas
En
su lugar, optó por una defensa sofística de Armando Benedetti, nombrado jefe de
despacho presidencial, argumentado que merecía una segunda oportunidad, bajo la
falaz acusación del sectarismo político de sus críticos, los progresistas, que
lo vetaron. Incluso el presidente Petro llegó más lejos, pues comparó a
Benedetti con el mítico fundador del M-19, Jaime Bateman, agregando que
compartía con éste su toque de “locura” y espontaneidad costeña en la forma de
hacer política, mientras movía sus dedos de la mano derecha, como contando
dinero. Quizá por ello, Augusto Rodríguez, actual director de la Unidad Nacional de Protección, le ripostó que no compartía semejante comparación
y agregó que desde la campaña presidencial le había advertido sobre los riesgos
de Benedetti por sus relaciones con un tal Papá Pitufo, cuya identidad es Diego Marín Buitrago, más conocido como el “zar del contrabando” en
Colombia. Actualmente, Marín está detenido en Portugal y su extradición a
Colombia, solicitada por el presidente Petro, está pendiente de aprobación
por el Supremo Tribunal de Justicia de
dicho país. Por tal revelación en el Consejo de
Ministros, Benedetti acaba de dar poder a su abogado, David Benavides, para que
inicie acciones legales contra Rodríguez en la Fiscalía por omisión, injuria y
calumnia.
Campañas y
presidencias electofácticas
Para
completar este penumbroso cuadro donde se fusionan política, criminalidad e
investigaciones judiciales, ahora conocemos la noticia de que la Sala de
Instrucción de la Corte Suprema de Justicia acaba de acusar
formalmente a Armando Benedetti por
el delito de tráfico de influencias por su presunta participación en el
entramado corrupto ligado a la contratación en el Fondo Financiero de Proyectos
de Desarrollo (Fonade). Así las cosas, volvemos al mismo escenario en que
aparecen involucradas las últimas campañas presidenciales con poderes de facto
criminales e ilegales. En algunos casos con poderes empresariales, como Odebrecht en las campañas de
Santos y Óscar Iván Zuluaga en 2010 y 2014.
En otras con personajes y fuerzas más oscuras y violentas, como Uribe con las
AUC y luego la Yidispolítica, hasta llegar a Iván Duque con
la Ñeñepolítica.
Cada
día, pues, se hace más evidente y transparente que, desde los magnicidios de
Galán, Jaramillo y Pizarro, han sido los poderes de facto los que determinan no
solo quienes ganan la Presidencia y las mayorías en el Congreso, como sucedió
con la parapolítica, donde cerca de 60 congresistas pasaron de la
curul a la cárcel, sino también con quién, cómo y a favor de quiénes se
gobierna. De alguna manera esa tensión fue la que explotó en el Consejo de
Ministros, cuando los progresistas vetaron a Benedetti por su cuestionado rol
durante la campaña presidencial, pero también por sus agresiones contra su esposa en Madrid, cuya investigación penal adelanta la Fiscalía
General de la Nación y disciplinariamente el Ministerio de Relaciones
Exteriores, ahora presidido por la canciller Laura Sarabia, quien fuera su
asistente en la Unidad de Trabajo Legislativo en el Congreso. Antecedentes y
relación que el presidente Petro minimiza, afectando de manera irreparable la
validez y coherencia de un proyecto político que se precia de ser
“revolucionario”, pero niega por completo con falacias como la existencia de
“feminismos que destruyen a los hombres”, para refutar el rechazo de la
ministra Muhamad a Benedetti como jefe de despacho presidencial.
Petro: ¿estadista o
demagogo?
Por
ello, renunció su ministro de las Culturas, Juan David
Correa, aduciendo que “no podía tener de
jefe a un maltratador de mujeres”, refiriéndose a Benedetti. Es lamentable que
funcionarios como Juan David Correa y Jorge Rojas tengan que renunciar en lugar
de Benedetti. Y todavía peor, que señale a Rojas de “querer acabar el Gobierno,
como quiere la extrema derecha”. Más le convendría al presidente Petro
abandonar tanta paranoia con los suyos y empezar por reconocer autocríticamente
su nefasto e incompetente estilo de liderazgo. Un estilo prepotente y
descortés, parecido al de Trump, pero acompañado de impotencia en el
cumplimiento de las metas de Gobierno. Metas indiscutiblemente progresistas
que, al quedarse en el papel, aumentan la frustración y desconfianza en
millones de sus electores y dan impulso a una oposición implacable, que
celebrará eufórica tantos desaciertos en las elecciones del 2026.
Si
continúa el presidente Petro embebido en su diletantismo filosófico y
literario, no solo demostrará carecer de vocación política de estadista, sino
que terminará “siendo un comediante al tomar a la ligera la responsabilidad por
las consecuencias de sus actos y preocuparse solo por la “impresión” que hace”,
como señaló Weber que es lo propio de todo demagogo, quien solo tiene en cuenta
“el efecto que produce”. De suceder así, su administración pasará a la historia como la UNGRD: un Gobierno de Riesgos y Desastres, que aplazará
por cien años más la segunda oportunidad que todos merecemos en este país de la
belleza, la vida y el horror, mucho más que Benedetti, a quien probablemente la
justicia no le dé más oportunidades.
No hay comentarios.:
Publicar un comentario