PETRO, ENTRE LÓPEZ PUMAREJO Y GAITÁN
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“Se dirige a una conciencia del presente que hace estallar el continuum dela historia"
Walter Benjamin.
Hernando Llano
Ángel.
Considerando los últimos
acontecimientos políticos, tanto en el Congreso que congeló por ahora dos
reformas cruciales del Pacto Histórico, la laboral[1] y
la ley de sometimiento a la justicia, así como las masivas marchas[2] de
la oposición contra Petro, cabe situar su gobierno y proyecto reformista entre dos
figuras históricas del liberalismo: Alfonso López Pumarejo[3] y
Jorge Eliecer Gaitán[4]. Del
primero, ha logrado empezar a saldar una deuda histórica que arrastra esta
sociedad semifeudal y hacendataria desde su alumbramiento, como es el
reconocimiento constitucional del campesinado en tanto sujeto de derechos y la
creación de la jurisdicción agraria[5]
para resolver judicialmente los litigios por la tierra y comenzar así a poner
fin al despojo violento de sus terruños y el trato de siervos de la gleba al
que todavía viven sometidos en vastas regiones del país, como bien lo ilustra “La
caracterización sociodemográfica del campesinado colombiano” del
Instituto de Estudios Interculturales de la Universidad Javeriana de Cali[6].
Si dichas conquistas no se quedan escritas como letra muerta en la
Constitución, tal como ha sucedido hasta la fecha con el artículo 58[7]
que consagra la función social y ecológica de la propiedad privada, entonces
los campesinos empezarán a ejercer su ciudadanía plena: civil, social y
política. Dejarán de sobrellevar ese insoportable y pesado fardo de deberes que
cargan de generación tras generación y podrán ejercer plenamente sus derechos,
como ciudadanos con igual dignidad y oportunidades en la vida a las que tienen
quienes hoy protestan en las calles contra este tipo de reformas. Reformas que
son propias de toda democracia liberal realmente existente y que nosotros aún
no hemos sido capaces de forjar, porque la mayoría no la conoce y menos la
disfruta, en parte por esa resistencia indolente y radical de quienes se autoproclaman
como “ciudadanos de bien” y han crecido con la convicción de que la democracia
es solo la prosperidad de sus negocios, la seguridad jurídica de su propiedad y
por lo tanto se agota en la tranquilidad y el goce exclusivo de sus privilegios
personales, familiares y empresariales. Es decir, que la democracia es un
asunto privado en función de mis intereses personales que promueven muy bien mis
representantes políticos en el Congreso, pues para éstos lo público debe estar
siempre en función de intereses particulares y no en la “prevalencia del
interés general”, como claramente lo manda la Constitución en su artículo 1[8].
De allí la dificultad para aprobar una reforma laboral que restituya la
decencia del salario que fue esquilmado a los trabajadores por el entonces
presidente Álvaro Uribe Vélez[9] al
despojarlos de una remuneración justa durante las jornadas nocturnas y los días
de fiesta. Algo similar sucede con la inaplazable necesidad de una reforma a la
salud, para que el presupuesto público no continúe siendo robado por
delincuentes de cuello blanco como Carlos Palacino[10],
que convirtió a SaludCoop en Villa Valeria[11],
con campo de golf y desvió para su beneficio $398.106.053.537 millones entre
2000 y 2004, derrochados en lujo y costosos viajes al exterior con sus
directivos y esposas[12].
La clarividencia política de López Pumarejo
Por eso tiene tanta pertinencia y
actualidad este reconocimiento autocrítico del propio Alfonso López Pumarejo
sobre su obra de gobierno:
“Si la obra quedó trunca, el edificio
inconcluso y frustradas muchas esperanzas, la
culpa fue de quienes no seguimos avanzando, y no de las masas, que, instintivamente nos reclamaban nuevas
reformas y en ninguna circunstancia ni
bajo ningún pretexto retiraron su adhesión a la obra que habíamos iniciado 16
años antes”.
Precisamente por lo anterior,
Petro toma de Gaitán esa apelación al pueblo para que salga a las calles a
respaldar sus reformas, escuchando la autocrítica de López Pumarejo. Son estas
semejanzas históricas y hasta de liderazgo, que Petro comparte con ambos
líderes liberales, lo que nos permite situar y comprender la coyuntura política
actual. Estamos atravesando una coyuntura histórica de transición hacia una
auténtica democracia por la vía de reformas estructurales y no a través de
pactos de caballeros y coaliciones oligárquicas antidemocráticas como la del
Frente Nacional. Ese pacto de caballeros que eliminó de tajo la dimensión
pública y republicana del Estado, pues se lo repartieron en forma exclusiva,
miti-miti, entre plutócratas liberales y conservadores por cerca de 16 años. Hasta
el punto que cuando el general Rojas Pinilla[13]con
la ANAPO ganó las elecciones en 1970 le escamotearon el triunfo, como lo
reconoció el mismo presidente Carlos Lleras Restrepo[14],
para evitar supuestamente un nuevo 9 de abril, por ese miedo atávico que ataca
al establecimiento cuando el pueblo sale a las calles como protagonista de la
democracia y hoy vuelven a azuzarlo en defensa de esa “democracia” de
caballeros. ¿Se repetirá de nuevo esa tragicomedia o estaremos en el umbral de
una auténtica democracia, donde por fin prevalezca el Estado Social de derecho
y la Constitución sea actuada en beneficio de todos y deje de ser una coartada
para el beneficio de pocos?
Petro, con el pueblo, en las urnas, al poder
Ironías de la historia, pues ese
latrocinio electoral del 19 de abril de 1970 engendró el M-19 con su consiga “Con
el pueblo, con las armas, al poder” y 52 años después se convirtió en: “Petro,
con el pueblo en las urnas, al poder”. Solo que Petro sabe muy bien que
el poder no se agota en la Presidencia de la República, como tampoco en el
Congreso y menos aún en esa tramoya de intereses, corrupción y negociados que es
el cacocrático[15]
Estado colombiano. Porque el poder político está disperso en toda la sociedad,
tanto en la de los “patricios de bien” y los “plebeyos del mal”, como circula en
las redes sociales con vulgar maniqueísmo, prejuicios de clase y odios raciales.
Hoy el poder se encuentra en medio de una disputa política abierta. Se expresa
en las calles, unas veces en respaldo a las reformas del Pacto Histórico, como el
7 de junio[16],
otras en contra, el pasado 20 de junio. Quizá ningún presidente caracterizó
mejor esta sociedad profundamente fragmentada y dividida, insolidaria, sin casi
noción alguna de lo público y por consiguiente carente de sentido de Nación y
de ComUnidad
política, como lo hizo Belisario Betancur en su discurso de posesión presidencial
en 1982:
“He andado una y otra vez por los
caminos de mi patria y he visto ímpetus heroicos, pero también gentes mustias
porque no hay en su horizonte
solidaridad ni esperanza. Ya que para una parte de colombianos: “La turbamulta les es ajena pues procede de
grupos que les son ajenos; la otra Colombia le es remota u hostil. ¿Cómo
afirmar sin sarcasmo la pertenencia a
algo de que están excluidos, en donde su voz resuena con intrusa cadencia?
Y para los más poderosos o los más dichosos ¿a qué reivindicar algo tan entrañablemente unificador como es la
patria, a partir de la discriminación y el desdén? Hay una relación perversa en la que los dos países se envenenan
mutuamente, y esa dialéctica ahoga toda existencia nacional”.
Por la forma
como han transcurrido las marchas y los trinos, tanto del presidente Petro como
de la oposición, cada día estamos más lejos de “dejar de ser federación de
rencores y archipiélago de egoísmos para ser hermandad de iguales, a fin de
que no llegue a decirse de nosotros la terrible expresión del historiador, de haber llevado a nuestra gente a que
prefiera la violencia a la injusticia”, concluía dramáticamente Belisario. Esa premonición se repitió
durante su gobierno en forma trágica en el Palacio de Justicia, sin que él
mismo fuera capaz de escapar a esa dialéctica mortal. Cada día en el campo y
las calles de nuestras ciudades cobra más consistencia esa federación de odios
y archipiélago de egoísmos, pero todo oculto bajo rimbombantes e hipócritas
discursos en defensa de una supuesta democracia. Una “democracia” que en la
realidad no pasa de ser una mercadocracia al servicio de intereses oligopólicos
y una cacocracia[17]
que ha usufructuado un Estado copado por una densa red de complicidades, presente
en todas las ramas del poder público y órganos de control, que depreda el
presupuesto público y niega los intereses generales de los colombianos. Por
eso, estamos en un momento de transición histórica crítica, cuyo desenlace
puede ser el de las reformas democráticas estructurales y la paz política o la
de una catástrofe social e histórica, más aguda y prolongada a la generada
desde mediados del siglo pasado, agravada por las violencias sociales, las
economías ilegales y numerosas organizaciones criminales sincréticas que
mezclan letalmente la política con el narcotráfico y los delitos de lesa
humanidad. Ese entramado criminal y legal, propio de un régimen electofáctico[18],
es precisamente lo que busca desmantelar la llamada “Paz Total”, en medio de más
desaciertos que logros hasta el presente.
Reformas democráticas o catástrofe social
Porque como
bien lo expresó Gaitán, las reformas democráticas estructurales tienen “como objetivo máximo de la actividad del Estado el servicio al hombre colombiano.
Cómo va su salud, cómo su educación, cómo su agricultura, cómo su
comercio; cómo va su industria, sus
transportes y su sanidad” pues “una
nación no se salva con simple verbalismo,
ni con jugadas habilidosas, ni con silencios calculados, sino con obras”. Seguramente por lo
anterior, Petro emprenderá una gira nacional por las regiones con la consigna “el
Gobierno con el pueblo”, según lo anunció el ministro del interior,
Luis Fernando Velasco, en entrevista con Yamid Amat[19].
Una gira que comenzará la próxima semana el presidente con su gabinete por la
Guajira, no solo como una estrategia para recuperar su gobernabilidad y
credibilidad afectada por los recientes escándalos de las chuzadas y el
supuesto ingreso de 15 mil millones de pesos a su campaña presidencial, sino
también para contrarrestar posibles resultados electorales adversos el próximo
29 de octubre en los departamentos y municipios del país. Más allá de esos resultados
electorales, lo que está en juego es la viabilidad de esa transición hacia una democracia
real, una democracia de ciudadanía con derechos, capaz de liberarse de la
cacocracia política que ha gobernado impunemente hasta hoy en su propio
beneficio y de unos pocos. Esa cacocracia que en forma oportunista y cínica ahora
dice defender a las mayorías de colombianos condenados al trabajo informal y
que supuestamente por eso está contra la reforma laboral porque está propende
por un salario decente, con seguridad social y mayor estabilidad social, lo que
en sus cálculos mezquinos redundaría en mayor informalidad y desempleo. Pero
esos mismos conversos “demócratas” de hoy, ayer votaron contra esas mayorías
trabajadoras conculcándoles derechos sociales fundamentales, recortando la
remuneración de sus horas nocturnas y jornadas festivas[20] con
el pretexto de generar mayor empleo. Sin embargo, sus resultados fueron todo lo
contrario, aumentó la informalidad y la iniquidad[21]. De
no avanzarse en la realización y cumplimiento de esas reformas democráticas
estructurales y sociales inaplazables, seguro que se cumplirá el siguiente
juicio del expresidente López Pumarejo, al final de su vida:
“Me inclino a creer que la historia
de Colombia podría interpretarse como un
proceso contra sus clases dirigentes, las cuales se han sentido en todo
tiempo dueñas de preparación y de
capacidades superiores a las que han demostrado tener en el manejo de los
negocios públicos; y pienso, además, que si se engañan sobre su propio valor, atribuyéndose virtudes que no
poseen en el grado que ellas pretenden, su equivocación reviste trágicos
caracteres cuando desconocen que muchos
de los defectos que esas clases atribuyen al pueblo colombiano son producto del
abandono implacable a que este ha vivido sometido”.
[1]https://twitter.com/petrogustavo/status/1671252387518988288?ref_src=twsrc%5Etfw%7Ctwcamp%5Etweetembed%7Ctwterm%5E1671252387518988288%7Ctwgr%5E6984820569aaa96d5ef29962b7a34c421aebb293%7Ctwcon%5Es1_&ref_url=https%3A%2F%2Fwww.elespectador.com%2Fpolitica%2Fhoy-tampoco-fue-por-falta-de-quorum-reforma-laboral-esta-en-riesgo-de-hundirse-noticias-hoy%2F
[2]https://www.semana.com/nacion/articulo/en-vivo-manifestaciones-este-20-de-junio-minuto-a-minuto-de-la-marcha-de-la-mayoria/202313/
[5] https://www.elespectador.com/opinion/columnistas/rodrigo-uprimny/la-constitucion-reconoce-al-campesinado/
[6]https://app.powerbi.com/view?r=eyJrIjoiNzE3YmMyZTgtM2M4Mi00MTZlLTg5N2UtNGUzMDkzYmExNTdhIiwidCI6IjE2YWY2YjQ1LTAwYzUtNGJhMy05ZDRjLThiZmExNmU0MzYwMyIsImMiOjR9&pageName=ReportSection
[9]https://www.lasillavacia.com/historias/silla-nacional/uribe-si-modifico-jornada-laboral-y-recargos-dominicales-y-festivos/
[10] https://www.semana.com/nacion/articulo/carlos-palacino-fue-condenado-a-diez-anos-de-prision-por-el-desfalco-a-saludcoop/202259/
[11] https://www.eltiempo.com/justicia/investigacion/villa-valeria-lios-de-resort-y-campo-de-golf-promovido-por-carlos-palacino-667697
[14] https://www.elespectador.com/colombia/mas-regiones/la-noche-en-que-lleras-restrepo-reconocio-el-triunfo-de-rojas-pinilla-parte-ii-article-417288/
[19] https://canal1.com.co/programas/pregunta-yamid/capitulos/el-ministro-del-interior-luis-fernando-velasco-explica-como-salvar-las-reformas-del-gobierno/
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