CONTRA EL FETICHISMO ELECTORAL
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Hernando Llano Ángel.
Este fin de semana conoceremos los resultados de las elecciones para
Congreso y las consultas interpartidistas. Así sabremos quienes son los candidatos a la
Presidencia y la nueva composición del Congreso. Pero no sucederá lo mismo con
las 16 curules[1]
para las víctimas del conflicto armado interno, cuyas campañas han estado
cercadas con alambradas de hostilidad, irregularidades infamantes y falta de
garantías oficiales, como bien lo denuncia el editorial[2] de
EL ESPECTADOR de hoy viernes. Este fracaso en la elección de las 16 curules
para las víctimas demuestra la incapacidad y mala fe del gobierno de Duque para
honrar su palabra y lema central: “Paz con legalidad”. En lugar de
ello, exhibe sin vergüenza la realidad de una “paz con letalidad”, más
parecida a la criminal ocupación militar de Putin en Ucrania. Durante este año
de “paz con legalidad” han sido asesinados 36 líderes sociales y 7
excombatientes de las Farc, según el siguiente detallado reporte de INDEPAZ[3],
hasta el pasado 6 de marzo. Esto significa que día de por medio es asesinado un
líder social y eliminado un forjador de paz. En otras palabras, durante estas
elecciones se han cavado más tumbas que abierto urnas para las víctimas. Según
informe de la agencia de noticias EFE[4]
del 13 de febrero de 2022, “se han
reportado 163 víctimas de violencia política, dentro de las que figuran 19
candidatos y políticos que han sido asesinados”. ¿Cómo hablar de democracia en
estas circunstancias? ¿Cómo afirmar que estas elecciones son libres, pacíficas
y legales para todos los aspirantes y candidatos en el territorio nacional?
¡Que vivan las elecciones!
Y, sin embargo, el domingo en la noche habrá jolgorio en las toldas de los
candidatos victorioso y frustración en las de los derrotados, sin que ellas
condenen, ni siquiera lamenten la anterior macabra estadística. Lo que importa
es contar y celebrar los votos obtenidos y no las vidas que se pierden en medio
del jolgorio. ¡El show debe continuar! Gracias a ello conoceremos con precisión
las posibilidades de algunos candidatos para llegar a la Casa de Nariño. La
nueva conformación del Congreso, la correlación de las fuerzas políticas, si
hubo o no una renovación política o de nuevo ganaron las maquinarias y las
complicidades de “los mismos con las mismas”, para perpetuar otros cuatro años
esta indolente e impune cacocracia[5].
Una cacocracia al servicio de los intereses de cleptócratas y plutócratas que
han convertido el Estado en su más rentable empresa privada, expropiándolo casi
por completo del sentido de lo público y de la búsqueda del bien común. Los
resultados electorales nos revelarán si la justa indignación de miles de
jóvenes y ciudadanos inconformes, expresada en calles y plazas públicas durante
el estallido social de 2021, tuvo eco y retumbó también al interior de las
urnas, reflejándose en más participación y menos abstención electoral. Sabremos
si hubo o no una eclosión del voto de opinión o, por el contrario, volvieron a
ganar las maquinarias y el clientelismo, utilizando ladinamente las necesidades
de millones de colombianos y la codicia de los plutócratas privilegiados.
Plutócratas de la banca que siempre AVALan[6]
las campañas, como la de Duque y el Centro Democrático hace cuatro años. De
esta forma financian y aceitan las maquinarias políticas para asegurarse
contratos públicos, alianzas público-privadas, zonas francas, exenciones
tributarias y continuar aumentando sideralmente sus ganancias. Así afianzan en
cada elección su red de complicidades y de puertas giratorias para pasar de sus
empresas particulares al control del Estado, la mayor y más rentable de todas
sus empresas, para su exclusivo beneficio. Ya lo anunciaba explícitamente el “Manifiesto
Democrático” de Álvaro Uribe Vélez en su punto 17: “Las empresas
estatales son las empresas privadas más importantes porque pertenecen a
toda la comunidad. Es un delito de lesa comunidad hacer
fiesta con lo estatal”. Sin duda, ya
sabemos que no pertenecen a toda la comunidad de los colombianos
sino a las de los plutócratas de “Agro Ingreso Seguro”[7] y
a los cleptocratas de “Unión Centros Poblados”[8],
pues todavía no aparecen los 70 mil millones de pesos destinados a las
escuelas rurales. ¡Así cumplen sus promesas electorales! Conviene no olvidarlo.
No solo cometen delitos de “lesa comunidad” sino también de lesa
humanidad, como las más de 6.400 ejecuciones extrajudiciales[9]
que dejó la exitosa “seguridad democrática”. También sabemos que el amor a la
Patria del “presidente eterno” se agota en el favorecimiento de su fratría[10], Jerónimo
y Tomás Uribe, que comenzó legalmente con la Zona de Franca de Mosquera[11] y
hoy se extiende por numerosos municipios[12]
con prósperos centros comerciales. Una portentosa y emprendedora demostración
de “patriotismo y patrimonio familiar”.
El fetichismo electoral
Es por todo lo anterior que las elecciones entre nosotros son un fetiche
fatídico. Creemos que ellas, por si solas, nos asegurarán el triunfo del bien
público sobre los intereses particulares y su insaciable codicia. Depositamos
en un voto y en una urna nuestra confianza, como poderosos amuletos y
talismanes[13],
creyendo que solo con ello cambiaremos la realidad y nuestras vidas. Pero eso
no es posible y menos suficiente. Como sucede con todo fetiche, le conferimos
al tarjetón y la cruz que marcamos sobre él un poder que no tiene. Con ese
ritual ciudadano solo estamos confiando y delegando en terceros nuestra
voluntad y de alguna forma perdiéndola. Por eso Rousseau fustigaba a los
ingleses porque enajenaban su libertad en las urnas. “El pueblo inglés se
piensa libre; se equivoca mucho; solo lo es durante la elección de sus miembros
del Parlamento; en cuanto han sido elegidos, es esclavo, no es nada”. Y así nos
sucede la mayoría de las veces a nosotros: nuestro poder es defraudado y traicionado.
Simplemente nuestro voto es negociado y transado con otros en el Congreso y en
las demás corporaciones públicas, donde priman los intereses de pocos sobre el
bienestar de todos. Quizá por ello para la mayoría de los colombianos los
políticos son corruptos y despreciables, tramadores y mentirosos, en quienes no
se puede confiar. Ya le advertía el mismo Popeye a Pablo Escobar para que no
incursionara en la política electoral: no hay peor mafia que la de los
políticos y lo ratifica el hijo del capo[14].
Una vez reciben millones del narcotráfico para sus campañas y ganan las
elecciones, desde el “poder” los persiguen, niegan sus contactos, los
extraditan y hasta eliminan, como sucede periódicamente. Esa es una de las más
claras expresiones de la cacocracia, ella se roba y defrauda sistemáticamente
la confianza ciudadana depositada en las urnas y además incumple los acuerdos
con sus patrocinadores, socios y cómplices. Es también por ello que la
violencia oficial aparece como un recurso inevitable para gobernar y sofocar la
indignación y las protestas de miles de ciudadanos engañados y desesperados,
como sucedió durante el estallido social y lo reporta la CIDH en sus
observaciones y recomendaciones[15]
al actual gobierno. Pero también la violencia oficial se despliega para
capturar y extraditar a quienes les brindaron su apoyo en las campañas
electorales, como lo hizo Samper con los Rodríguez y Uribe con los comandantes
de las AUC[16].
Y ahora todo parece indicar que sucede lo mismo con Otoniel: hay que extraditarlo
rápido antes de que revele a la JEP[17]
lo que sabe sobre los “Falsos Positivos” y a la Comisión de la Verdad[18]
sobre sus relaciones con políticos y miembros de la Fuerza Pública. Por todo lo
anterior hay que desmitificar las elecciones y ser conscientes que la
democracia no se agota en ellas y menos puede ser contenida en una urna. Que la
democracia depende, fundamentalmente, de nuestra capacidad ciudadana de exigir
y realizar organizadamente, desde abajo, desde lo barrial y lo veredal hasta lo
nacional, todo aquello que contribuya a nuestra mayor libertad, justicia y
convivencia social, siendo el sufragio universal apenas un primer paso. Un primer paso rodeado de enormes limitaciones
y riesgos, como bien lo saben lideresas de la integridad y valor de Francia
Márquez[19],
las mujeres de Estamos Listas[20]
y académicos como Sandra Borda y Ariel Avila[21].
Limitaciones y riesgos que abordaré en el Calicanto de la próxima semana, analizando
los resultados electorales que nos arroje la jornada del domingo.
[3] https://indepaz.org.co/lideres-sociales-defensores-de-dd-hh-y-firmantes-de-acuerdo-asesinados-en-2022/
[4] https://www.efe.com/efe/america/politica/a-un-mes-de-elecciones-en-colombia-hay-163-victimas-violencia-y-19-muertes/20000035-4739285
[6] https://www.elespectador.com/politica/con-prestamos-de-banco-de-grupo-aval-se-financio-mas-del-66-de-la-campana-de-duque-article-828947/
[8] https://www.larepublica.co/economia/centros-poblados-no-devolvera-los-70000-millones-porque-los-invirtieron-en-equipos-3222870
[9] https://www.jep.gov.co/Sala-de-Prensa/Paginas/La-JEP-hace-p%C3%BAblica-la-estrategia-de-priorizaci%C3%B3n-dentro-del-Caso-03,-conocido-como-el-de-falsos-positivos.aspx
[11] https://www.asuntoslegales.com.co/actualidad/no-se-encontraron-pruebas-de-favorecimiento-a-hijos-de-uribe-en-caso-de-zona-franca-3136999
[12] https://www.infobae.com/america/colombia/2021/05/01/de-quien-es-y-cuanto-costo-el-nuevo-centro-comercial-de-los-hijos-de-uribe-que-se-convirtio-en-centro-de-las-protestas-en-bogota/
[14] https://www.abc.com.py/edicion-impresa/suplementos/abc-revista/la-politica-es-una-de-las-peores-mafias-1364448.html
[17]https://www.elespectador.com/judicial/jep-pide-explicaciones-sobre-presencia-de-policias-en-audiencia-de-alias-otoniel/
[18] https://www.semana.com/nacion/articulo/comision-de-la-verdad-denuncio-que-hurtaron-grabadoras-y-computador-con-lo-dicho-por-alias-otoniel/202206/
[19] https://www.elespectador.com/politica/elecciones-colombia-2022/de-frente-con-francia-marquez-propuestas-elecciones-2022/
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