Latinoamérica y sus E-lecciones
fatales
https://blogs.elespectador.com/politica/calicanto/latinoamerica-e-leccciones-fatales
Hernando Llano Ángel.
Las elecciones suelen ser un ritual del que pende la democracia como un
frágil hilo. Al menos, en su acepción mínima y vital, pues las elecciones
permiten contar cabezas en las urnas en lugar de cortarlas y arrojarlas a las
tumbas, parafraseando a James Bryce[1].
Ese ritual convierte a la democracia en una arena de disputa política por el
poder estatal, entre varios adversarios, y no en un campo de batalla entre
enemigos mortales que pugnan por eliminar a sus contrarios. Un ritual que
parece no hemos podido aprender en varios países de nuestra querida
Latinoamérica y hoy se expresa de manera dramática en México[2],
con más de 80 candidatos asesinados en las recientes elecciones regionales. En Nicaragua,
con la captura arbitraria de más de 13 opositores por el gobierno de Daniel
Ortega[3],
quien aspira a reelegirse cual Somoza por cuarta vez[4].
En Venezuela con la dictadura de Maduro y ahora en Perú, con el voto finish
entre Pedro Castillo y Keiko Fujimori, a favor del primero por apenas 44.058
votos[5].
Todo lo anterior, nos demuestra que las elecciones son apenas una condición
necesaria para la democracia y que cuando ellas se realizan en sociedades
profundamente inequitativas, mediadas por el personalismo y el caudillismo, en
contextos donde predominan los poderes de facto de economías criminales
(narcotráfico) o legales (Odebrecht y la plutocracia), a los que suma la
precariedad de una ciudadanía en gran parte cautiva por las prebendas y el
clientelismo de empresas electorales que se autodenominan partidos, el
resultado son regímenes profundamente antidemocráticos, que bien podrían
denominarse electofácticos, pues el origen de su legitimidad deriva de esos
poderes de facto. Basta recordar el peso decisorio en las últimas elecciones
presidenciales de Odebrecht[6]
y la “ñeñe política”[7],
con Santos, Zuluaga y Duque. Recordando elecciones más remotas, con el
narcotráfico y el 8.000 (Samper); el acuerdo preelectoral de Andrés Pastrana
con Marulanda y el mono Jojoy para la zona de distensión del Caguán; de Uribe
con las AUC[8] y
posteriormente con la Yidis Política[9]
para el cambio de un articulito en la Constitución, previo delito de cohecho a
cargo de sus ministros del Interior y Salud, Sabas Pretelt y Diego Palacios.
Sin dejar de mencionar la parapolítica, en este día del padre, y las
coaliciones de cerca de 60 honorables “padres de la Patria” con el
paramilitarismo, gracias a la cual obtuvieron su curul en el Congreso[10].
Sin duda, una “democracia” plena de ilegalidades y crímenes, solo puede
sustentarse con el respaldo de la Fuerza Pública y sus abusos, con medidas como
la Asistencia Militar y el autoritarismo presidencial, pues cada vez cuenta con
menos respaldo y respeto de sus ciudadanos que protestan en las calles y
terminan siendo considerados sospechosos, víctimas de la represión y la
violencia oficial. Hasta llegar al absurdo actual de ser una “democracia
genocida”, que prescinde del Estado de derecho, de la separación de las ramas
del poder público, de los órganos de control político y del funcionamiento real
del Congreso de la República, convertido en un apéndice virtual del Ejecutivo.
“Democracia Genocida”
Por eso en nuestro caso la existencia de la “democracia” es todavía más
esperpéntica y terrorífica, pues quienes han regentado históricamente el Estado
colombiano, la convirtieron en todo lo contrario: en una forma de gobierno que
permite cortar cabezas sin poder contarlas. Una especie de “democracia genocida”,
como críticamente la caracteriza el padre jesuita Javier Giraldo[11].
Así fue durante todo el siglo XIX con sus numerosas guerras civiles[12].
En el comienzo del siglo XX con la guerra de los mil días y hacia su mitad con
la Violencia, que se prolonga desde el Frente Nacional hasta hoy con el
interminable conflicto armado interno, que cada día aumenta la cifra de líderes
y opositores asesinados, miembros de la Fuerza Pública caídos en combates o
asesinados por sicarios, guerrilleros y delincuentes dados de baja. Y ahora tenemos que sumar las víctimas
mortales que ha cobrado el Paro nacional, bajo este gobierno de paz con
legalidad. Una cifra todavía incierta, al menos hasta que la CIDH en su próximo
informe nos dé un número incontrovertible, que probablemente el gobierno
controvierta por sesgos políticos de izquierda. Ni hablar del número de
presuntos desaparecidos, propios de un régimen de noche y niebla[13],
que ya controla la Fiscalía, la Procuraduría y la Defensoría del Pueblo. Y, no
obstante, todo lo anterior, ¡Duque y el establecimiento político proclaman a
Colombia como la Democracia más estable y ejemplar de Latinoamérica! Sin duda,
la más estable y ejemplar en masacrar impunemente a su pueblo, pues su número
de víctimas supera con creces no solo las de las dictaduras del cono sur en el
pasado, sino que en estos días sobrepasa la suma conjunta de las víctimas
mortales de autócratas y cleptocratas como Maduro en Venezuela y Ortega en
Nicaragua. Sin duda, las elecciones en nuestro caso se han convertido en una
coartada perfecta para disparar y matar civiles en nombre de la “democracia”,
para incumplir el Acuerdo de Paz, cuyo objetivo vital era romper el vínculo
mortal entre la política y las armas, que hoy se está convirtiendo en el
vínculo letal de “buenos ciudadanos” con armas que disparan al lado de miembros
de la Policía Nacional contra civiles[14].
Por eso, en las próximas elecciones del 2022 lo que está en juego es la
profundización de esta “democracia genocida”, en campos y ciudades, o el
comienzo de la existencia de una democracia vital, reforzada con un auténtico
Estado de derecho y respaldada por millones de ciudadanos y ciudadanas, que nos
resistimos y negamos a convalidar una vez más este régimen electofáctico cuya
esencia es la ilegalidad, el crimen la corrupción y la impunidad, que hoy
gobierna con eufemismos como “paz con legalidad” y ayer con el lema de la
“seguridad democrática” y sus más de 6.400 “falsos positivos”[15].
[2] https://www.dw.com/es/asesinato-de-alma-barrag%C3%A1n-m%C3%A9xico-en-una-sangrienta-campa%C3%B1a-electoral/a-57691796
[5] https://elcomercio.pe/politica/elecciones/resultados-onpe-al-100-de-las-elecciones-peru-2021-pedro-castillo-50125-y-keiko-fujimori-49875-de-actas-contabilizadas-cifras-oficiales-de-segunda-vuelta-de-elecciones-generales-peru-2021-conteo-de-votos-peru-libre-fuerza-popular-oficina-nacional-de-procesos-electorales-jne-nuevo-presidente-resultados-oficiales-noticia/?ref=ecr
[6] https://www.semana.com/nacion/articulo/fiscalia-asegura-que-odebrecht-financio-campanas-2014-de-santos-y-de-zuluaga/532269/
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