EL GRAN DES-ACUERDO
NACIONAL
https://blogs.elespectador.com/actualidad/calicanto/gran-des-acuerdo-nacional
Hernando Llano Ángel.
Con
frecuencia se recuerda la expresión de Álvaro Gómez Hurtado (Q.E.P.D), según la
cual una Constitución es un Acuerdo sobre lo Fundamental. Sin duda, dicha
expresión contiene la fuerza de las tautologías[1]. Es un auténtico tópico
con el cual todos estamos de acuerdo, pero oculta lo más problemático y
esencial ¿Qué es lo fundamental? ¿Quiénes lo definen? y ¿Cómo se logra? Desde
entonces, llevamos 32 años sin poder saber en qué consiste lo fundamental y
mucho menos la forma específica de alcanzarlo. Es más, quienes deberían
promoverlo están empecinados, cada uno desde sus convicciones e intereses, en
imponernos con mentiras, estratagemas inimaginables y hasta a sangre y fuego su
visión e idea de lo fundamental y del Acuerdo Nacional. Para unos es la
seguridad, para otros es la justicia social y, supuestamente, para todos los
colombianos es simplemente la paz. La paz política, es decir, que no nos
matemos más en nombre de proyectos políticos. Incluso así quedó consignado en
el artículo 22 de la Constitución: “La paz es un derecho y un deber de
obligatorio cumplimiento”. Lo
atroz es que en nombre de esa paz se continúa asesinando, secuestrando,
desapareciendo, desplazando, despojando, extorsionando y confinando a millones
de víctimas[2].
En nombre de esa paz se han cometido miles de crímenes atroces desde el Estado,
pasando por la guerrilla, los paramilitares y un número indeterminado de
organizaciones armadas ilegales y de grupos delincuenciales, según estas
macabras cifras[3]
del Informe final de la Comisión para el esclarecimiento de la Verdad, la
Convivencia y la No Repetición.
LA PAZ TOTAL ES
CELESTIAL, NO TERRENAL
Quizá
por ello este gobierno de izquierda promueve una PAZ TOTAL, probablemente inspirado
en un hombre de derecha, como Álvaro Gómez Hurtado. Pero incurrió en un error
fundamental y vital, la PAZ TOTAL solo es posible fuera y
más allá de este mundo terrenal, quizá en el celestial, donde según nuestra
tradición judeocristiana reina la paz eterna. La Paz Total es metafísica, no
política. Por eso la plegaria: “Que en paz descanse” (Q.E.P.D o R.I.P)[4].
Se supone que invocándola se pondrá a salvo el alma del difunto y no será
condenada al fuego eterno del infierno por las injusticias, excesos y pecados
irredimibles cometidos en este valle de lágrimas. Nunca alcanzaremos la paz
total en esta tierra, donde siempre reinaran los conflictos y las disputas
permanentes, propias de nuestra imperfecta y pecaminosa condición humana. Hasta
puede suceder lo contrario, que aquellos fanáticos a la derecha e izquierda obsesionados
con la búsqueda de esa paz total ni siquiera la conozcan en el mundo celestial,
dada la infinidad de crímenes atroces que ordenaron o cometieron para imponerla
en esta tierra. Ya lo advertía el poeta romántico Johann Christian Friedrich
Hölderlin[5]: “Lo que ha hecho siempre del Estado
un infierno en la tierra ha sido precisamente el intento del hombre de convertirlo en su cielo en la tierra”.
Poco importa que los crímenes hayan sido cometidos para alcanzar el cielo de la
justicia social, el cambio revolucionario o la seguridad democrática con sus
tres huevitos[6].
Así las cosas, el Gran Acuerdo Nacional que promueve el presidente Petro
debería comenzar por el respeto a la Vida y la Dignidad en todas sus
dimensiones y diversidades terrenales, no sobre algo tan trascendental y
susceptible de múltiples interpretaciones como la PAZ TOTAL, en cuyo nombre
se han librado y continúan librando infinidad de guerras imposibles de ganar,
como la absurda “guerra contra las drogas”. Incluso, el Gran Acuerdo Nacional se
tornaría más inalcanzable si la verdad se postula como uno de sus principios
fundamentales, tal como lo propone el presidente Petro, pues ella está en el
centro de las más profundas disputas y divisiones entre los colombianos. Al
extremo que todos los protagonistas de la guerra tienden a negar terribles
verdades fácticas de las que son responsables como los “falsos positivos”, los
desplazamientos forzados, las desapariciones y las masacres. Para ello utilizan
sofismas como la exigencia de resultados y de bajas en combate, nunca de
ejecuciones extrajudiciales, o llaman migrantes a los desplazados internos y
homicidios colectivos a las masacres. Hasta niegan la existencia misma del
conflicto armado interno. De otra parte, las guerrillas llaman retenciones a
los secuestros y a los asesinatos ajusticiamientos. Las economías ilícitas son
mercados emergentes y los criminales se convierten en fantasmas[7] que lavan sus fortunas con
la complicidad de empresarios, constructores[8] y banqueros codiciosos,
como el grupo AVAL[9].
De manera que la verdad termina siendo un comodín que logra imponer quien tenga
más recursos económicos, legales, ilegales, ideológicos y mediáticos para
promoverla y hasta venderla, como cada Semana lo hace una publicación vocera de
la Fiscalía. Así sucedió con el triunfo del NO en el plebiscito sobre el
Acuerdo de Paz en el 2016.
EL NO DEL PLEBISCITO,
UN TIRUNFO OBTENIDO CON MENTIRAS Y LA MANIPULACIÓN DEL MIEDO
En
nombre de un Acuerdo de Paz sin impunidad y vetando la participación política
de los comandantes de las Farc, el expresidente Uribe y sus correligionarios
del Centro Democrático realizaron hace 7 años una campaña por el NO en el
plebiscito. Una campaña plagada de mentiras y emociones dañinas, coordinada
eficientemente por Juan Carlos Vélez Uribe[10], quien se ufanó de su
éxito públicamente: "Estábamos buscando que la gente saliera a votar
verraca", dijo el excandidato a la Alcaldía de Medellín. Afirmó que la campaña de indignación se hizo
basada en el poder de las redes sociales
y mediante las recomendaciones de estrategas de Brasil y Panamá, quienes les
recomendaron: "dejar de explicar los acuerdos para centrar el mensaje en la indignación. En emisoras de estratos
medios y altos nos basamos en la no
impunidad, la elegibilidad y la reforma tributaria, mientras en las
emisoras de estratos bajos nos enfocamos en subsidios. En cuanto al segmento en cada región utilizamos sus
respectivos acentos. En la Costa individualizamos el mensaje de que nos íbamos a convertir en Venezuela.
Y aquí el No ganó sin pagar un peso.
En ocho municipios del Cauca pasamos propaganda por radio la noche del sábado
centrada en víctimas". Vélez
revela que la campaña se hizo con $1.300
millones de 30 personas naturales y 30 empresas, entre las que se destaca
la Organización Ardila Lülle, Grupo
Bolívar, Grupo Uribe, Colombiana de Comercio (dueños de Alkosto) y Codiscos”[11]. Por semejante
sinceridad, el expresidente Uribe[12] lo regañó con el
siguiente trino: “Hacen daño los compañeros que no cuidan las comunicaciones”. Y no obstante semejante manipulación
del miedo y la ignorancia, hoy de nuevo el expresidente Uribe reivindica con
orgullo ese pírrico triunfo del NO, que considera escamoteado, en el siguiente
trino: “Un golpe de Estado refrendado por el constitucionalismo pro paz
equivocada que finalmente ayuda al terrorismo”[13].
Con semejante trino, ahora estigmatiza y responsabiliza a los entonces
magistrados de la Corte Constitucional de ser promotores del terrorismo por una
sensata sentencia que permitió la continuidad de la desmovilización y el
desarme mayoritario de las Farc-Ep, que entonces estaba en curso. Aspecto que
él mismo expresidente reconoció como el mayor logro del Acuerdo de Paz en su
primer pronunciamiento después del triunfo del NO: “El sentimiento de los colombianos que votaron por el Sí, de quienes se
abstuvieron y los sentimientos y razones de quienes votamos por el No, tienen
un elemento común: todos queremos la
paz, ninguno quiere la violencia. Pedimos que no haya violencia, que se le de
protección a la FARC y que cesen todos los delitos, incluidos el narcotráfico y
la extorsión. Señores de la FARC:
contribuirá mucho a la unidad de los colombianos que ustedes, protegidos, permitan el disfrute de la tranquilidad.” Lamentablemente durante estos siete años,
hasta el 6 de septiembre 2023, han sido asesinados 396 reincorporados de las Farc-Ep[14], no obstante que más de
diez mil han “permitido el disfrute de la tranquilidad” en medio de múltiples
obstáculos, precariedades, amenazas e incumplimientos gubernamentales. Por eso,
el primer punto del Gran Acuerdo Nacional debería ser CUMPLIR EL ACUERDO DE PAZ,
DEJAR
DE MATAR y NO promover el odio con mentiras para fines políticos,
sociales o económicos, supuestamente en nombre de la paz y la defensa de la
seguridad. Es la verdad más vital que reclamamos los colombianos al gobierno
nacional y a todos los grupos armados ilegales, pues sin vida no hay tierra
y educación, que son los otros dos puntos propuestos por el presidente
Petro[15] para el Acuerdo Nacional
en su reciente discurso ante las madres de Soacha en cumplimiento de la
sentencia que le ordenó, como jefe de Estado, solicitar perdón por las víctimas
de falsos positivos de la “seguridad democrática” y su Directiva 29 de 2005[16], firmada por el entonces
ministro Camilo Ospina Bernal y refrendada por el presidente Álvaro Uribe
Vélez.
URIBE, ¡SIEMPRE
ENGAÑADO Y TRAICIONADO!
Claro
que el expresidente Uribe nada tuvo que ver con lo anterior, pues como lo
declaró en su repuesta al Tribunal Superior de Bogotá: “No sé de sobornar testigos ni de
engañar a la Corte”[17].
Obviamente mucho menos pudo
saber y menos creer de crimines tan atroces como los miles de falsos positivos
y las ejecuciones extrajudiciales de los jóvenes de Soacha[18]. Sin duda, los
responsables de todo lo anterior son otros, como el “aboganster” Diego Cadena[19], que actuó sin
consultarlo, igual que lo hicieron sus exministros Andrés Felipe Arias, Sabas
Pretelt, Diego Palacios, el general Mario Montoya y cercanos colaboradores de
su plena confianza como Jorge Noguera, María del Pilar Hurtado, Bernardo Moreno
y el general (r) de la Policía Mauricio Santoyo[20], jefe de seguridad de la
Presidencia, a quien “la fiscalía
estadounidense lo acorraló y en 2012 el oficial aceptó el delito de ayudar a un grupo terrorista. En diciembre de
ese año fue condenado a 13 años de prisión, convirtiéndose en el primer general
colombiano en ser sentenciado en el extranjero. Muchos se preguntaron si era
posible que Uribe hubiera desconocido las actividades criminales de su oficial
más cercano, suspicacia que ha sido rechazada tajantemente por el expresidente
en repetidas ocasiones”[21], según lo informó EL
ESPECTADOR el 15 de abril de 2015. De verdad, es una pena que el expresidente
Uribe haya sido engañado y traicionado por tantas personas tantas veces en su
vida y más aún que pretenda seguir engañando a todo un país con semejantes
versiones, que solo creen sus incondicionales y fanáticos “ciudadanos de bien”,
para quienes la violencia del Estado siempre es legítima, justa y buena[22].
NO MÁS MENTIRAS
PÚBLICAS, ODIOS VISCERALES E ILUSIONES POLÍTICAS IRREALIZABLES
Por
eso, el Gran Acuerdo Nacional debería comenzar por no decirnos y mucho menos
vivir en medio de tantas mentiras mortales, odios viscerales e ilusiones
irrealizables como la Paz Total y Colombia ser una potencia mundial de la vida.
Razón tenía Albert Camus cuando respondió en su entrevista “Las servidumbres del odio”[23]: “Ninguna grandeza se ha
establecido jamás sobre la mentira.
La mentira a veces hace vivir, pero
nunca eleva…El odio es en sí mismo una
mentira…No hay, pues, un lazo lógico entre la mentira y el odio, pero existe una filiación casi biológica entre
el odio y la mentira…El privilegio de la mentira es que siempre vence al que
pretende servirse de ella”. Reflexiones que deberían tener en cuenta
todos los protagonistas de la política nacional, empezando por el presidente
Petro y el expresidente Uribe, pero especialmente aquellos medios de
comunicación que diaria y Semanalmente “son portavoces del odio y de la
ceguera. Cuanto mejor odian, más mienten. La prensa mundial, con algunas
excepciones, no conoce hoy otra jerarquía. A falta de otra cosa, mi simpatía va hacia esos, escasos, que
mienten menos porque odian mal”,
como lucidamente denunciaba Camus en 1951 y hoy es más cierto por el auge de
las Fake News y las redes sociales, convertidas en auténticas cloacas de la
mentira.
[3] https://web.comisiondelaverdad.co/actualidad/noticias/principales-cifras-comision-de-la-verdad-informe-final
[7] https://www.infobae.com/america/colombia/2021/06/25/esta-es-la-historia-de-memo-fantasma-el-narco-invisible-que-burlaba-a-las-autoridades-desde-los-tiempos-de-pablo-escobar/
[8]https://www.lasillavacia.com/en-vivo/archivos-de-marta-lucia-ramirez-y-memo-fantasma-se-perdieron/
[9] https://www.lanuevaprensa.com.co/uribe-el-asesino-que-nos-puso-la-mafia-2/multado-banco-del-grupo-aval-por-faltas-en-el-control-de-lavado-de-activos-del-crimen
[11] https://www.elpais.com.co/proceso-de-paz/las-polemicas-revelaciones-de-promotor-del-no-sobre-estrategia-en-el-plebiscito.html
[12] https://www.eluniversal.com.co/colombia/uribe-critica-las-revelaciones-de-juan-carlos-velez-sobre-la-estrategia-del-no-237151-NXEU344911
[13] https://www.elespectador.com/colombia-20/paz-y-memoria/trino-de-uribe-contra-acuerdo-de-paz-con-farc-provoca-carta-a-corte-y-lo-califican-de-estigmatizador/?utm_source=onesignal&utm_medium=push&utm_campaign=colombia20&utm_content=todos
[14] https://www.infobae.com/colombia/2023/09/07/firmantes-de-paz-hacen-planton-frente-a-la-fiscalia-por-asesinatos-de-reincorporados/
[17] https://www.elespectador.com/politica/alvaro-uribe-dice-que-lo-llamaran-a-juicio-y-asegura-que-no-soborno-testigos-ni-engano-a-la-corte/?utm_source=onesignal&utm_medium=push&utm_campaign=politica&utm_content=todos
[18] https://www.radionacional.co/actualidad/falsos-positivos-alvaro-uribe-reunion-comision-de-la-verdad
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