¿QUIÉN DIO LA ORDEN?
https://blogs.elespectador.com/actualidad/calicanto/quien-dio-la-orden
Hernando Llano Ángel.
Es la respuesta que exigen y
esperan recibir, transidas de dolor, angustia y rabia, miles de madres y de familiares
de las víctimas de las ejecuciones extrajudiciales[1] --denominados en la jerga militar “falsos
positivos”— sin que nadie asuma gubernamentalmente en forma plena y explícita
esa responsabilidad. Siempre se escucha, en los mandos militares superiores,
respuestas evasivas con las que eluden su responsabilidad directa y personal en
dichos crímenes de guerra y de lesa humanidad. Pero hay excepciones, como sucedió
en reciente audiencia ante la JEP celebrada en Yopal, Casanare, donde el mayor
general (r) Henry William Torres Escalante[2]
reconoció su responsabilidad personal, pero en cumplimiento de órdenes
impartidas por el general Mario Montoya y también de las exigencias del
entonces presidente Álvaro Uribe Vélez, que en sus visitas a los batallones
reclamaba enérgicamente resultados. A su vez, el director de DAS en Casanare,
Orlando Rivas Tovar, declaró: “Por mi
actuar y por mis omisiones, la seccional Casanare se vio inmersa en un gran
número de hechos y conductas que hoy reconozco que estuvieron por fuera de toda
lógica”, dijo el exdetective, quien añadió que la política institucional del DAS “dependía
y cumplía órdenes directas de la Presidencia de la República”[3]. Ante
semejantes cargos, el expresidente Uribe respondió con el siguiente video[4],
reconociendo que: “Siempre fui exigente,
como la opinión pública lo percibió en los consejos comunitarios que se
transmitían por televisión. Ser exigente
era mi deber”, dice Uribe y añade que, en departamentos como Casanare, los
grupos guerrilleros como las Farc, ELN y los paramilitares azotaban a la
población civil”. Esa respuesta ya la
había dado al padre Francisco De Roux, presidente de la Comisión para el
esclarecimiento de la Verdad, la Convivencia y la no Repetición, en su finca de Rionegro: “Yo llegué con la personalidad, el carácter y la determinación que he
tenido de producir resultados, con toda la ética y en todos los campos”,
según lo expresa en el minuto 33.16 de su declaración[5].
Un Gobierno de convictos y criminales de lesa humanidad
Lo lamentable es que esa
exigencia presidencial haya terminado arrasando con toda la ética y en todos los
campos, como hoy lo vemos con los “falsos positivos”, pero también con una
estela de condenas penales a sus más cercanos e inmediatos colaboradores: los
ministros Andrés Felipe Arias[6],
Sabas Pretelt de la Vega[7],
Diego Palacios, hombres y mujeres de su confianza como Cesar Velásquez, Edmundo
Castillo[8],
María del Pilar Hurtado[9]
y Jorge Noguera[10], para
solo nombrar los de mayor responsabilidad y confianza. Un gobierno de convictos
y criminales de guerra, sin que el acucioso presidente Uribe, “poseedor
de un carácter y una determinación
admirable en producir resultados”, se enterará de lo que sucedía a su
alrededor. Sin duda, es la mayor paradoja gubernamental de nuestra historia
reciente, pues el máximo responsable político de semejante corrupción
institucional y descomposición criminal de cientos de miembros de la Fuerza
Pública, hoy se vanagloria de su intachable pulcritud ética e inigualable
capacidad ejecutiva para producir resultados. Como si fuera poco, inculpa a la
JEP de ser una institución responsable de inducir a los militares a decir
mentiras para obtener la libertad. Incluso, vuelve a revictimizar a quienes
fueron ejecutados a mansalva, pues dice: “el diseño de la JEP estimula en aras de la
libertad ha reconocer incluso delitos no cometidos y facilita presentar como
inocentes a quienes estaban delinquiendo[11]”.
Desde luego, es casi imposible demostrar que un jefe de Estado de órdenes de
asesinar. Aunque hay excepciones históricas como Hitler con su “solución final”[12]
y su ineludible e inocultable responsabilidad política y militar en el
genocidio de cerca de 6 millones de judíos, aunque algunos todavía lo pongan en
duda. Pero en la mayoría de los crímenes de guerra y de lesa humanidad, como
los “falsos positivos”, al igual que los cometidos por las FARC-EP –ambos
competencia de la JEP—no se trata tanto de responsabilidades personales,
incluso solo penales, sino sobre todo políticas. Porque estamos frente a
crímenes masivos que se cometen en forma sistemática y generalizada --guardadas
las proporciones—en contextos de guerras internacionales o de conflictos
armados internos, como el nuestro.
Máximos responsables políticos de los “falsos positivos”
Crímenes que precisan el concurso
de miles de agentes estatales, de instituciones y dependencias oficiales, que
ejecutan una política gubernamental. En este caso, llamada “Seguridad democrática”,
cuya expresión operativa tomó cuerpo en la Directiva 029 de 2005[13],
firmada por el entonces ministro de defensa Camilo Ospina Bernal. Dicha
Directiva “estipulaba una tabla de
recompensas al interior de las Fuerzas Militares que giraban en torno al
abatimiento o captura de cabecillas de organizaciones armadas al margen de la
ley. Así, se establecía que la captura o abatimiento de un «máximo cabecilla»,
por ejemplo, era recompensada con 13.106
salarios mínimos mensuales legales vigentes”. Así las cosas, los
máximos responsables políticos de los “falsos positivos” son el entonces
presidente Álvaro Uribe Vélez y su ministro de defensa, Camilo Ospina Bernal.
Son los máximos responsables políticos porque así lo establece la Constitución
Política en varios de sus artículos. Empezando por el 6[14]
que consagra el principio de legalidad y responsabilidad de los funcionarios
públicos, quienes lo son por “infringir
la Constitución y las leyes y por
omisión o extralimitación en sus funciones”. En algunos casos los “falsos positivos” fueron por omisión y en
otros por extralimitación, como cuando se exigía resultados a toda costa.
¿Quién dio la orden?
Incluso el mismo presidente Uribe
lo hizo públicamente en un discurso pronunciado el 14 de abril de 2007 en el
Consejo Comunal de Aracataca: “General
Padilla: que critiquen lo que critiquen, que
se venga el mundo encima, pero bajo mi responsabilidad política, acabe con lo
que queda de las Farc, que es la hora de hacerlo. General Padilla: que se venga el mundo encima, que
critiquen lo que critiquen, pero bajo mi
responsabilidad política, proteja a Cali, saturando a Anchicayá y el área de influencia de comunidad rural en
construcción de confianza con la Fuerza Pública. Proteja a Urabá, saturando ese corazón de montaña entre
Tierradentro y Mutatá con Fuerza Pública y con comunidades rurales, cooperantes con la
Fuerza Pública, recibiendo una periódica bonificación económica. Hágalo cuanto antes, General, que el
proyecto de la Sierra Nevada nos respalda, porque ha mostrado que es un
proyecto de recuperación”[15]. En esta orden al general Padilla
encontramos dos excesos del presidente Uribe, la de acabe con lo que queda de las
Farc o también conocida como “guerra
sin cuartel”[16],
que es una infracción manifiesta del Derecho Internacional Humanitario, pues
implica la aniquilación total del enemigo, sin respeto alguno a los
sobrevivientes que hayan entregado sus armas o se encuentren heridos. Y, la más
grave, involucrar a las “comunidades rurales, cooperantes con la
Fuerza Pública, recibiendo una periódica bonificación económica”, que
desconoce en forma explícita el principio de distinción en los conflictos
armados internos que prohíbe vincular a la población civil a la guerra y las
hostilidades. Precisamente el desconocimiento de estos dos principios es la
esencia de la llamada “Seguridad Democrática”, que
desembocó en los fatídicos “Falsos Positivos”. Por lo tanto, la respuesta
política y constitucional a la pregunta ¿Quién dio la orden? es: Álvaro
Uribe Vélez como Presidente y Comandante Supremo de las Fuerzas Armadas de la
República (artículo 189[17],
numeral 3, Constitución) y su
ministro de defensa Camilo Ospina Bernal, según el artículo 208[18]
de la Constitución, pues “bajo la dirección del Presidente de la
República, le corresponde
formular las políticas atinentes a su despacho, dirigir la actividad administrativa
y ejecutar la ley”, como en efecto lo hizo al firmar la Directiva 029 de
2005 y exigir su cumplimiento. Así, pues, ambos deberían responder política y
éticamente antes los familiares de las víctimas de las ejecuciones
extrajudiciales y todo el país, como al menos lo hizo el entonces ministro de
defensa Juan Manuel Santos ante la Comisión de la verdad en su comparecencia
voluntaria, cuando expresó en el minuto 3.32 de este vídeo[19]:
“Me queda el remordimiento, me queda el
hondo pesar que durante mi ministerio muchas, muchísimas madres incluidas las de Soacha perdieron a sus hijos por
esta práctica tan despiadada, lo reconozco y les pido perdón a todas las
madres y a todas sus familias víctimas de este horror desde lo más profundo de
mi alma”. ¿Cuándo lo harán el expresidente Uribe y su exministro Camilo
Ospina? ¿Tendrán el valor civil y la mínima responsabilidad política y ética
para hacerlo? ¿Comparecerán voluntariamente ante la JEP o esperarán, al final
de sus días, que la justicia internacional, ahora expresada en la Corte Penal
Internacional, los llamé a cuentas, como lo está haciendo hoy con Putin y
mañana lo hará con Nicolás Maduro? En tal caso, la historia los cubrirá de
vergüenza e ignominia, junto a Putin y Maduro, quienes también se ufanan de
defender su patria, su pueblo y ser estadistas eficientes en producir
resultados.
[1] https://www.jep.gov.co/Sala-de-Prensa/Paginas/La-JEP-hace-p%C3%BAblica-la-estrategia-de-priorizaci%C3%B3n-dentro-del-Caso-03,-conocido-como-el-de-falsos-positivos.aspx
[2] https://www.jep.gov.co/Sala-de-Prensa/Paginas/JEP-Henry-William-Torres-17-exintegrantes-Ejercito-reconocen-responsabilidad-falsos-positvos.aspx
[3] https://www.eluniversal.com.co/colombia/eran-ordenes-directas-de-presidencia-exdirector-del-das-por-falsos-positivos-HC9040393
[6] https://cortesuprema.gov.co/corte/index.php/2023/02/03/corte-suprema-confirma-condena-contra-exministro-de-agricultura-andres-felipe-arias/
[7] https://cortesuprema.gov.co/corte/index.php/2015/04/15/condena-a-exministros-sabas-pretelt-y-diego-palacio/
[8] https://www.elespectador.com/judicial/cesar-velasquez-y-edmundo-del-castillo-condenados-por-chuzadas-del-das/
[10] https://cortesuprema.gov.co/corte/wp-content/uploads/2017/09/Sentencia-Jorge-Noguera-6-sep-2017.pdf
[15] http://www.presidencia.gov.co/prensa_new/sne/2007/abril/14/01142007.htm (última consulta, 19 agosto 2010)
[16]https://es.wikipedia.org/wiki/Sin_cuartel#:~:text=Una%20lucha%20sin%20cuartel%20o,sin%20condiciones%20del%20oponente%20vencido.
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