lunes, marzo 28, 2011

DE-LIBERACIÓN


(http://www.calicantopinion.blogspot.com)

Marzo 27 de 2011

Por una Javeriana deliberante

Hernando Llano Ángel

Es inconcebible una universidad sin deliberación, pues no tendría ninguna razón de existir, en tanto el conocimiento siempre es una verdad en cuestión, provisional, sometida a la implacable prueba de su validez fáctica, vital y social, como al escrutinio incesante de la crítica liberadora de prejuicios y errores, la investigación rigurosa y la controversia académica y pública, ajena a censuras y vetos.

Con mayor razón la deliberación es consubstancial en una Universidad regentada por los jesuitas, que han convertido el discernimiento ignaciano en su fuente de inspiración pedagógica y de formación espiritual. Tanto deliberar como discernir tienen en común la apertura a la argumentación y la superación de todo dogmatismo, pues son actividades que no rinden culto a la verdad como un producto de intangible y de sacra infalibilidad, sino más bien como el resultado de parciales y limitados esfuerzos humanos por acertar en la explicación, comprensión, predicción y transformación de la realidad, siempre en busca del Magis, de lo mejor en todos los ámbitos de la existencia. Desde los ámbitos más profanos y seculares, como pueden ser las ciencias naturales, hasta los más metafísicos y espirituales, la filosofía y la teología, pasando por los demasiado humanos, contingentes e impredecibles, como las ciencias sociales. Afortunadamente todos ellos ya están presentes en diversas carreras en la Javeriana de Cali y se expresan en la realización de numerosos eventos, como dos que tendrán lugar la próxima semana en nuestro campus, los cuales reflejan cabalmente el sentido de la deliberación y el discernimiento.

El primero de ellos sobre el movimiento social y político más dinámico y telúrico de nuestra realidad política, asediado por actores violentos ilegales, paraestatales e institucionales, como es el movimiento indígena, que se encuentra en una encrucijada de carácter histórico. Por ello su título es muy sugerente: “El movimiento indígena colombiano: ¿Abandonando la doble vía de la integración y la resistencia?” y tendrá lugar en el Auditorio Central de la Universidad de dos a las cinco de la tarde, mañana lunes 28 de marzo de 2011. Contará con la participación de protagonistas y líderes de sus recientes gestas y contradicciones, como Gilberto Yafué, Consejero mayor del CRIC; Ana Silvia Secue y Rogelio Yonda, líderes de la OPIC y el Ex Senador Jesús Piñacué. El aporte académico e investigativo estará a cargo del profesor e investigador Juan Guillermo Ferro, de la Javeriana de Bogotá, y del profesor Carlos Andrés Ramírez por nuestra universidad, que presentará avances de su investigación sobre el movimiento indígena bajo las administraciones de Álvaro Uribe Vélez. Sin duda, será una jornada de intensa deliberación, sin veto alguno a ninguna voz, por disonante o impostora que ella parezca, pues sólo así se podrá avanzar en la superación política de las amenazas fatales que hoy se ciernen sobre los indígenas y el campo colombiano.

Dicho evento se realiza en el marco de la celebración de los 10 años de la Carrera de Ciencia Política y es convocado con el apoyo del Departamento de Ciencia Jurídica y Política, el Posgrado en Cultura de Paz y DIH y el recién fundado Centro de Estudios Interculturales.

El segundo evento es todavía más significativo del espíritu deliberante en la Javeriana, pues promueve un reflexión interdisciplinaria entre la medicina, la psicología y la teología, con el telón de fondo de la ética, bajo el llamativo título de: “Espiritualidad y conciencia, ¿Tienen cabida en la medicina actual?, convocado por la Junta Médica y el Centro de Investigación Científica Caucaseco, el próximo jueves 31 de marzo en el Auditorio Los Almendros de siete a nueve de la noche.

Estos eventos dan continuidad a una intensa programación de foros, actos literarios y académicos llevada a cabo durante este mes, entre los que destacan la presentación del libro “Antología de Notas Ligeras colombianas”, con la participación de sus editores: Maryluz Vallejo y Daniel Samper Pizano, que sirvió de pretexto para un justo homenaje al periodista vallecaucano Álvaro Bejarano. Por la universidad, fue muy acertada y amena la presentación del libro que realizó el profesor Jorge Manrique, así como la coordinación del evento por parte de la directora de la carrera de Comunicación, Mónica Marión Cataño, que permitió una amplia participación y deliberación de los estudiantes y docentes que tuvimos la fortuna de asistir.

Lamentablemente no aconteció lo mismo en el evento sobre “Comunicación, Política y Democracia” que tuvo como protagonista e invitado especial al actual embajador de Colombia ante la Santa Sede, el periodista César Mauricio Velásquez, Ex Secretario de prensa de la Presidencia de la República de Álvaro Uribe, en su segundo período. También participaron el profesor Luis Alejandro Arévalo, Director de la Carrera de Ciencia Política y Coordinador de la Especialización en Cultura de Paz y DIH, junto al profesor Víctor Hugo Valencia de la Carrera de Comunicación. Pero no hubo espacio para la participación y la deliberación de los asistentes porque el formato de formular preguntas escritas lo impidió, ya que el invitado eludió respuestas precisas a varias de las formuladas, como aquella relacionada con su insólita apreciación de que la revelación de cables de Wikileaks es una amenaza a la democracia y la diplomacia internacional. También ignoró en lo esencial las intervenciones de los profesores, que prepararon en forma crítica y académica sus puntos de vista sobre tan compleja trilogía, los cuales contrastaron con el recuento puramente formal y plagado de lugares comunes sobre la historia de la prensa en Colombia que realizó el embajador.

No deja de ser una amarga ironía que en un evento académico sobre “Comunicación, Política y Democracia” se haya optado por un formato que impidió escuchar las voces de los asistentes y por lo tanto también negó el sentido del mismo, pues no fue posible la comunicación, mucho menos la política para no hablar de la democracia. Pero sin proponérselo los convocantes, temerosos de eventuales ofensas al invitado que circularon por Internet el día anterior, el evento terminó siendo la mejor puesta en escena de su cuestionable gestión como Secretario de Prensa de Uribe (que no de la Presidencia de la República), donde no hubo comunicación, ni política, ni democracia, sino más bien desinformación, partes de guerra y delitocracia o cacocracia, como hoy se está revelando ante la opinión pública, no solamente por los cables de Wikileaks, sino incluso por boca de sus mismos protagonistas y funcionarios públicos.

Pero sin duda, el evento que mejor encarnó el espíritu de deliberación, investigación y crítica alternativa, rasgos inherentes a una auténtica universidad, fue la conferencia del profesor Bruce Beagly de la Universidad de Miami sobre “Relaciones Estados Unidos y Colombia. Política antinarcóticos. Balance y perspectivas”, invitado especial en el marco de la celebración de los 10 años de la Carrera de Ciencia Política, donde hubo suficiente tiempo y disposición para debatir su demoledora crítica al prohibicionismo y sus nulos efectos en la llamada “guerra contra el narcotráfico”.

También hay que celebrar y destacar como el espíritu de deliberación de la Javeriana se viene proyectando eficazmente en el contexto regional, con una serie de eventos realizados hasta la fecha sobre problemáticas políticas y sociales que ha promovido “Deliberaciones Universitarias”, bajo la dirección del Rector, padre Jorge Humberto Peláez Piedrahita S, J y la eficiente gerencia de Claudia Mora, que próximamente realizará una nueva jornada en Buga sobre el crucial tema de la Gobernabilidad y la crisis de liderazgo político en nuestro departamento. Mención especial merece el esfuerzo promovido desde la Vicerrectoría Académica y la oficina de Gestión Profesoral, bajo la coordinación de los profesores Santiago Lleras y Alfredo González, del espacio “Café Maestro”, que logra una síntesis extraordinaria del cine, la música, la tertulia y la pedagogía, en encuentros mensuales donde gozosa y lamentablemente, por ahora, coincidimos un grupo pequeño de colegas.

Tal espíritu deliberante también viene proyectándose desde hace más de dos años al interior del Departamento de Ciencia Jurídica y Política en su “Seminario Permanente de investigación”, donde sus docentes cada mes presentan el avance o los resultados de sus investigaciones. Este jueves 31 lo hará el profesor Néstor Raúl Arturo con una ponencia sobre “La Justicia entre acusaciones y justificaciones. La justicia restaurativa en ambientes carcelarios”. Y para continuar emulando y extendiendo dicho espíritu en toda la Facultad de Humanidades y Ciencias Sociales, ahora se suma el Conversatorio de profesores de Humanidades “Me pica la lengua”, promovido por su director, Manuel Sevilla y la profesor Sua Dabeida Baquero, que ya tiene una programación desde marzo 30 hasta junio 22, empezando esta semana la profesora Luz Adriana López con “La poética del personaje trágico”, tesis laureada en la Maestría de Filosofía en la Universidad del Valle, recientemente culminada.

Como un paso más para la ampliación de la deliberación en todos los ámbitos de la Javeriana, un grupo de profesores del Departamento de Ciencia Jurídica y Política, próximamente vamos a convocar cada mes a toda la comunidad universitaria a un espacio amplio, plural e informal sobre problemáticas coyunturales de orden internacional y nacional que a todos nos conmueven e interesan, bajo el nombre de “Hablemos de Coyuntura”, que esperamos cuente con amplia acogida. Será un espacio para la deliberación, sin la trascendencia y la formalidad de un seminario de investigación, pero sin la frivolidad y la banalidad de una charla de cafetería, donde los interesados podrán tomar la palabra y exponer en forma argumentada lo que piensan sobre la problemática seleccionada. La primera sesión será el próximo mes de abril y tratará sobre ¿Qué esta pasando en el norte de África?


viernes, marzo 04, 2011

DE-LIBERACIÓN


Marzo 3 de 2011



SERRAT EN CALI

Hernando Llano Ángel.


Regresa con tres verdades: Vida, Libertad y Dignidad. Ellas forjaron la identidad de Miguel Hernández como hombre, poeta y combatiente, hace ya más de cien años. Y de nuevo tendremos la fortuna de escucharlas en la voz vibrante de Serrat, la próxima semana en el teatro Jorge Isaacs, cuando nos presente su último trabajo: “Hijo de la luz y de la sombra”, a propósito del centenario del natalicio del poeta de Orihuela., celebrado el año pasado.

Después de 38 años de haber grabado algunos de los poemas inmortales de Hernández, como Nanas de la Cebolla, Para la libertad y Elegía, con una voz fresca y lírica inolvidable, acompañada de una música con tonalidades íntimas y épicas en plena armonía con dichos versos, ahora Serrat nos maravilla con otros 13 poemas de Hernández donde le canta a su figura de poeta total y vital.

En “Hijo de la luz y de la sombra” nada se escapa a la sensibilidad y lucidez de Serrat. Desde la pasión amorosa del esposo encarcelado y desconsolado que encuentra alivio en las cartas que recibe de su amada: “Tus cartas apaciento metido en un rincón y por redil y hierba les doy mi corazón”, hasta la angustia del combatiente que acepta como inevitable el destino fatal de la guerra: “Escríbeme a la lucha, siénteme en la trinchera: aquí con el fusil tu nombre evoco y fijo, y defiendo tu vientre de pobre que me espera, y defiendo tu hijo. Es preciso matar para seguir viviendo”.

Si bien este trabajo poético musical de Serrat aparece 38 años después, no es una segunda parte de la obra de Hernández, sino más bien expresión de su profunda y rica unidad. Como en el primero, encontramos de nuevo la voz íntima y amorosa de Hernández junto a la épica y combativa, en poemas y canciones apasionadamente cósmicas, como la que da nombre al disco: “Hijo de la luz y de la sombra”, donde la voz de Serrat se escucha firme y con alegre vitalidad: “Con el amor a cuestas, dormidos y despiertos, seguiremos besándonos en el hijo profundo. Besándonos tú y yo se besan nuestros muertos, se besan los primeros pobladores del mundo. Eres la noche esposa. Yo soy el mediodía”.

Pero también escuchamos la desoladora denuncia contra “El hambre: “Tened presente el hambre. Por hambre vuelve el hombre sobre los laberintos donde la vida habita siniestramente sola. Reaparece la fiera. Recobra sus instintos, sus patas erizadas, sus rencores, su cola…Entonces solo sabe del mal, del exterminio. Inventa gases, lanza motivos destructores, regresa a la pezuña, retrocede al dominio del colmillo, y avanza sobre los comedores.”

En las canciones escuchamos todos los registros de la sensibilidad y la genialidad creadora e intuitiva de Hernández, reflejados en un poema como “El mundo de los demás”, que contiene la quintaesencia de la moderna fenomenología: “El mundo es como aparece ante mis cinco sentidos, y ante los tuyos que son las orillas de los míos. El mundo de los demás, no es el nuestro: No es lo mismo… Pero las cosas se forman con nuestros propios delirios. Ciegos para los demás, oscuros, siempre remisos, miramos siempre hacia adentro, vemos desde lo más íntimo…Nadie me verá del todo. Ni es nadie como lo miro. Somos algo más que vemos, algo menos que inquirimos…Nadie nos ha visto. A nadie ciegos de ver, hemos visto”.

También están presentes los poemas telúricos y trascendentales, aquellos que celebran la unión pagana y mística del espíritu con el placer y de la vida con la muerte, en una trilogía formada por las canciones: “La palmera levantina”, “Cerca del agua” y “Dale que Dale”. En ésta última, la armonía y la melodía entre el poema y la voz de Serrat van in crescendo, con acompañamiento del coro, desde lo más modesto y terrenal: “Dale al aspa, molino, hasta nevar el trigo. Dale a la piedra, agua, hasta ponerla mansa” y culmina en una eclosión de alegría personal y sublime: “Dale, Dios, a mi alma, hasta perfeccionarla”, cuyas notas quedan resonando en los pliegues de cada uno como un himno pagano y a la vez celestial. Pero en medio de tanta gravedad, también crece la gracia de “La Palmera levantina”: “La que atrapa la primera ráfaga de primavera. La primera golondrina. La que araña a los luceros y se ciñe los encajes de las nubes a los Zancos datileros”. Para cerrar este ciclo con un canto a la sensualidad y la vitalidad del agua marina, aparece como un susurro “Cerca del agua: te quiero llevar, porque tu arrullo trascienda del mar. Cerca del agua te quiero tener, porque te aliente su vívido ser. Cerca del agua te quiero sentir, porque la espuma te enseñe a reír. Cerca del agua te quiero, mujer, ver, abarcar, fecundar, conocer. Cerca del agua perdida del mar, que no se puede perder ni encontrar”, como en el amor suele suceder.

Y no podían faltar los poemas combativos, que afirman la vida y la libertad sin odio y mucho menos venganza, porque en ellos está en juego la dignidad de la propia humanidad. Como en la canción que abre el disco: “Uno de aquellos, un himno a la solidaridad internacional con los republicanos contra la criminal codicia de los nacionalistas durante la guerra civil española: “Si hay hombres que contienen un alma sin fronteras, tu eres uno de aquellos. Las patrias te llamaron con todas sus banderas, que tu aliento llenara de movimientos bellos. Quisiste apaciguar la sed de las panteras, y flameaste henchido contra sus atropellos”. Pero donde más fuerte y digna resuena la voz vibrante de Serrat es en la trilogía formada por “La canción del esposo soldado”, “El hambre” y “Si me matan, bueno”: “Ante la vida sereno y ante la muerte, mayor; si me matan bueno: si vivo, mejor… Aquí estoy vivo y moreno de mi especie defensor…Traidores me echan veneno y yo les echo valor…El corazón traigo lleno de un alegre resplandor”.

Sólo nos queda disponernos la próxima semana al goce estético, musical, ético y nostálgico de escuchar y ver a Serrat con su insustituible banda de amigos, en el teatro Jorge Isaacs, sin olvidar estas palabras cuando presentó su primer LP con poemas de Miguel Hernández en México, hace 38 años y entonces casi no teníamos pasado:

Quisiera que los que escuchen estas canciones recuerden que su autor fue un poeta perseguido, condenado y encarcelado. Un hombre que murió en prisión por el delito de pensar y escribir cosas como las que aquí pueden oír. Fue un pastor de cabras, fue una persona comprometida con su gente y con su tiempo. Un hombre sencillo y sensible que amaba la libertad y decía: “Soy como el árbol talado que retoño y aún tengo la vida”…, y se la quitaron. Que el destino mantenga fresca la memoria y nos libre de aquellos que asesinan a los poetas y a la poesía”.