PROCLAMA CIUDADANA POR
LA VIDA, LA PAZ, LA POLÍTICA Y LA
RECONCILIACIÓN NACIONAL
Hoy
las colombianas y colombianos estamos frente a la oportunidad más valiosa de
nuestras vidas, pues con nuestro voto en el plebiscito del próximo 2 de Octubre podremos contribuir a
liberar y rescatar la política del laberinto mortal de las armas, la violencia,
el odio y la venganza en que ha estado extraviada durante más de cinco décadas:
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Con nuestro SÍ en las urnas apostaremos por la Vida y la De-liberación política, diciendo NO a la guerra y a su confrontación mortal.
Con nuestro SÍ en las urnas apostaremos por la Vida y la De-liberación política, diciendo NO a la guerra y a su confrontación mortal.
- Con nuestro SÍ en las urnas impediremos que se
abran más trincheras y haya menos tumbas.
- Con
nuestro SÍ en las urnas empezaremos a limpiar el campo de minas antipersonal,
cultivos de uso ilícito, minería criminal y fosas comunes.
- Con
nuestro Sí en las urnas rechazaremos la división maniquea, falsa y mortal entre
vencedores y vencidos, demócratas y terroristas, buenos y malos ciudadanos, y
contribuiremos a reconciliarnos como ciudadanas y ciudadanos, para que NUNCA
MÁS Colombia se divida y desangre entre víctimas y victimarios.
- Con nuestro SÍ en las urnas contribuiremos a
que la justicia abandone su pedestal punitivo, deje de ser ciega y sólo
castigadora. Con nuestro voto, diremos SÍ a una Jurisdicción Especial de Paz, que
buscará con los ojos abiertos la verdad y estará consagrada a la reparación de
todas las víctimas y la reconciliación política nacional.
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Con
nuestro Sí, promoveremos una justicia que vaya más allá de sentencias que dividen
a los colombianos entre supuestos inocentes intocables y presuntos culpables
absolutos, comprometida en la búsqueda de la verdad, la reparación de las
víctimas y la reconciliación nacional, sustentada en los testimonios verídicos
de todos aquellos que con sus decisiones
y actos propiciaron o ejecutaron graves violaciones a los Derechos Humanos y el
Derecho Internacional Humanitario. Una Justicia, por tanto, que impedirá la
impunidad y esclarecerá la responsabilidad de quienes con sus acciones u
omisiones hayan perpetrado o auspiciado crímenes de lesa humanidad, sin
concederles amnistía o indulto alguno.
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Con
nuestro Sí en las urnas apoyaremos un Acuerdo que nos permitirá a todas y todos
reconocernos --sin ninguna exclusión-- en nuestra portentosa dignidad de colombianas
y colombianos, como ciudadanos y ciudadanas responsables de esta tierra y forjadores de un destino común,
que heredarán y compartirán en paz nuestras futuras generaciones.
- Con
nuestro Sí en las urnas empezará a desaparecer ese abismo insondable de
insolidaridad e indolencia entre la ciudad y el campo. Entre un mundo de
oportunidades y derechos en las ciudades frente a un campo sembrado de
exclusiones y obligaciones para las mayorías trabajadoras. Entonces la
ciudadanía plena –civil, política y social-- se cultivará en el campo y por fin
crecerá y germinará la paz en toda la nación.
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En
fin, con nuestro Sí en las urnas, estaremos afirmando la Vida, liberando la
Política de la violencia y el crimen, promoviendo una Justicia de Verdad,
Reparadora, Reconciliadora y forjadora de Paz, dejando atrás una Justicia
obcecada en impartir sólo penas y condenas, vengadora y revanchista.
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Con
el NO en las urnas estaremos perpetuando la Guerra con su estela de muerte,
atando la Política a la violencia y el crimen y
haciendo de la Justicia un ejercicio de revanchas infinitas, pues las
sentencias que dictarán con ignominia los vencedores de hoy serán cobradas
mañana por los hijos de los vencidos aún con mayor violencia en otra guerra, y así de generación en generación.
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El
próximo 2 de octubre de 2016 tenemos una cita con la vida, la paz, la política,
la verdad, la justicia y la reconciliación nacional. Pero sobre todo un
compromiso de humanidad con la memoria de todas las víctimas de este atroz,
prolongado y vergonzoso conflicto, para que nuestras futuras generaciones NUNCA
MÁS vivan en una sociedad dividida entre víctimas y victimarios y puedan
convivir dignamente como ciudadanos. Es impostergable e ineludible votar por el
Sí. Es un acto de conciencia, dignidad y humanidad.
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Como
hermosamente lo expresará García Márquez en su lúcido ensayo “Por un país al
alcance de los niños”, el Sí nos permitirá encauzar “la inmensa energía
creadora que durante siglos hemos despilfarrado en la depredación y la
violencia, y nos abrirá al fin la segunda oportunidad sobre la tierra que no
tuvo la estirpe desgraciada de Aureliano Buendía. Por el país próspero y justo
que soñamos: al alcance de los niños”.
Si
comparte usted ésta Proclama Ciudadana, lo invito a reproducirla y difundirla
ampliamente.
Cali, septiembre 10 de 2016.
Hernando
Llano Ángel.
Profesor
Asociado Departamento de Ciencia Jurídica y Política
CC
16.611.463 de Cali.